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El impacto económico de la importación de gas en la estabilidad financiera del Gobierno

La economía argentina se enfrenta a un nuevo desafío con la llegada de una inesperada ola de frío que ha obligado a incrementar la importación de gas para el invierno. Esta situación conlleva la salida de más dólares de lo previsto, en un momento en el que la acumulación de reservas es crucial para el gobierno. Además, se suma la presión de los industriales por un mejor acceso a las divisas, lo que agrega incertidumbre sobre la sostenibilidad del superávit fiscal.

Las cantidades importadas, aunque pequeñas en comparación con momentos anteriores, pueden afectar el saldo de dólares del gobierno. La empresa estatal de energía, Cammesa, ha tenido que realizar llamados internacionales para comprar combustible adicional debido al aumento inesperado del consumo por la ola de frío. Estas importaciones implicarán un costo mínimo de u$s500 millones, fuera de las previsiones originales.

Además, las inundaciones en el sur de Brasil han complicado el suministro de energía eléctrica desde el país vecino, lo que obligará a depender más de los combustibles líquidos. Se estima que se importarán 200.000 toneladas de fuel oil y 350.000 metros cúbicos de gasoil para cubrir la demanda.

A pesar de un acuerdo con Brasil para asegurar el suministro de gas para las provincias del norte, la demanda de gas en invierno sigue siendo un desafío. El gasoducto Kirchner, que debería haber incrementado su capacidad de entrega gradualmente, no ha cumplido con las expectativas, lo que ha llevado a mayores importaciones de gas licuado.

En términos económicos, la importación de gas tiene implicaciones tanto en la balanza comercial como en el ámbito fiscal. Se esperaba que la balanza comercial energética tuviera un superávit robusto en 2024, pero la situación actual pone en duda esa proyección. El gobierno se enfrenta a la difícil tarea de decidir quién asumirá el costo de las importaciones, ya que no puede trasladarse completamente al consumidor.

En conclusión, la importación de gas en un contexto de bajas temperaturas y problemas en el suministro interno representa un desafío para la economía argentina. Las decisiones tomadas en torno a quién asume el costo de estas importaciones y cómo afectan la balanza comercial y fiscal serán cruciales en los próximos meses.

Esta Nota Resumida:
Importación de gas se incrementa por ola de frío en Argentina, afectando reservas y gasto público. Problemas climáticos y falta de gasoducto suficiente obligan a más importaciones. Costo estimado de u$s500 millones. Balanza comercial energética en riesgo. Distribuidoras de gas se resisten a pagar importación. Gobierno prioriza caída de inflación sobre superávit fiscal.

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