Casos de estrés, ansiedad, angustia y depresión – en consultas peruanos– aumentó debido al aumento de la delincuencia y inseguridad en el país, dado que muchos ciudadanos viven en un estado de alerta permanente por un sentimiento de vulnerabilidad.
Según el Instituto Guestalt de Lima (IGL), existe un sentimiento de vulnerabilidad porque los peruanos no sienten la protección y seguridad de autoridades contra los delitos.
“El alto grado de inseguridad ciudadana en el que vivimos está generando mayores niveles de ansiedad con sentimientos de miedo y ansiedad ante la posibilidad de ser víctimas de delincuentes, algo que afecta gravemente la salud mental al no poder disfrutar de salir y caminar. libremente», dijo Manuel Saravia Oliver, director del IGL.
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La psicóloga señaló que debido a ese sentimiento de inseguridad, hay personas que no pueden se quedan dormidos, se aíslan, tienen aumento o disminución del apetito, dolores de cabeza y sentimiento de culpa con actitudes y conductas defensivas, y altos niveles de desconfianza.
“Es necesario que nuestras autoridades tomen acciones concretas contra la violencia, la inseguridad y el acoso. El discurso político de priorizar la salud mental debe ser coherente con los hechos, ya que se pretende eliminar departamentos de psicología de los hospitales y no se aumentará el número de psicólogos en las escuelas.”, mencionado.
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¿Cómo evitar estos problemas?
El director del Instituto Gestalt de Lima, señaló que una de las recomendaciones es que no se deben reprimir las emociones sino, por el contrario, expresarlas o discutirlas con la familia y “di sin vergüenza lo que realmente sientes”, para que el entorno proporcione apoyo emocional.
En esa línea, Saravia recomendó a los padres trabajar la resiliencia desde la infancia porque esto nos permitirá afrontar mejor los problemas de la vida y recuperar el equilibrio emocional que se pierde ante circunstancias traumáticas como robos, accidentes, problemas de salud, etc., de manera asertiva.
“Una persona afectada por actos de violencia o robo no debe reprimir sus emociones por miedo sino hablar con su esposa, esposo o hijos.. “Es importante hablar de tus miedos, frustraciones, impotencia y dolor con tus familiares para que ellos también se involucren en tu recuperación”. concluyó el psicoterapeuta.
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