Como CEO de BDO en Argentina, el pandemia se enfrentó a Sergio Crivelli por uno de sus mayores desafíos desde que asumió la dirección de la filial local en 2013 y se incorporó a la empresa como socio en 1998.
En el liderazgo de la organización, tenía la misión de preparar su equipo de trabajo para dar respuesta a las necesidades de sus clientes -otras grandes empresas- y, así, acompañarlos a implementar sus negocios en un contexto sin precedentes.
Habiendo dejado atrás el momento más difícil de la situación sanitaria, Crivelli ahora enfrenta otro desafío: ayudar a los clientes a dar el siguiente paso en términos de optimización e innovación, para asegurar el crecimiento de sus operaciones, en un escenario volátil que requiere una adaptación diaria.
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Por eso, el ejecutivo considera fundamental eliminar la incertidumbre en relación a las diferentes macrovariables además de reducir la carga fiscal y restablecer la confianza para que se puedan volver a realizar inversiones. garantizar que un acuerdo con el FMI no cambia la percepción de los empresarios y piensa en lo que se necesita para revertir sus expectativas.
-¿Cuál es la mayor preocupación que te transmiten los emprendedores hoy?
-Las consecuencias de la pandemia prácticamente ya no están en el centro de las conversaciones empresariales. Ahora están más preocupados por la dirección económica de Argentina. La gama de incertidumbres que rodean a las distintas variables supera con creces la preocupación generada por la pandemia.
-En una entrevista concedida en marzo de 2020, dijo que «Argentina era un paciente de cuidados intensivos infectado por coronavirus». ¿Cuál es su lectura del contexto económico?
-El país era un paciente que ya estaba complicado y Covid-19 lo aprehendió. La pandemia se está quedando atrás, ojalá no haya una nueva ola. El resultado de las elecciones de noviembre será fundamental para entender cómo se configurará el escenario a futuro: qué pasará con las negociaciones con el FMI, inflación, tipos de cambio y restricciones al comercio exterior, entre otros temas que están en el catálogo de agenda. .
–¿Cuál es el enfoque laboral de las empresas en la actualidad?
–Todos compartimos la misma preocupación: cómo integrar el esquema de trabajo híbrido en el negocio. La gente respondió bien a la oficina en casa. Logró flexibilizar sus horarios y conciliar su vida personal y profesional. Además de los ahorros monetarios generados por el modo remoto, tanto para los empleados como para los empleadores, hay beneficios que se obtienen. Por ejemplo, las horas que lleva llegar a la oficina ahora son horas ganadas en calidad de vida. A los empleados les está costando regresar a las oficinas, incluso si parcialmente, no quieren renunciar a los derechos que han adquirido. En Argentina, esto se ve acentuado por la cuarentena extendida.
-¿Qué opinas de la ley de teletrabajo?
-Es una mala regla, que salió a toda prisa, sin consultar a expertos. El énfasis estaba en la responsabilidad de pagar los servicios, y ese no es el problema principal. El foco del conflicto hoy en día es el regreso a la presencia debido a la reversibilidad que confiere el marco legal, ya que le da al empleado la facultad de elegir si regresa o no al cargo.. La ley debe ser revisada y enmendada, teniendo en cuenta las opiniones de todas las partes.
-¿Qué servicios fueron más solicitados en BDO en este momento?
-Argentina no escapa a las generalidades globales. Las empresas redujeron algunos costos asociados con el alquiler de oficinas, suministros de limpieza y suministros de basura; pero surgieron otros relacionados con la tecnología. La consultora de digitalización ha crecido, nuestra vertical de seguridad de TI y el área de servicio que las empresas subcontratan. En lugar de hacer la contabilidad, la nómina y el control de los contratistas, nos transfieren esas tareas. También ha crecido la demanda de servicios tradicionales como impuestos y autoría.
-¿Cómo ayudas a los clientes a neutralizar la alta carga fiscal?
-Parte de nuestro asesoramiento incluye ayudarlos a planificar estrategias para enmarcar su negocio de manera que se reduzca la carga fiscal. No les animamos a evitarlo, sino a estructurar sus operaciones para facilitarlo y tener el menor impacto posible en sus márgenes de beneficio., aprovechando incentivos como la ubicación en determinados distritos o las ventajas que confiere el sector de la economía del conocimiento.
-¿Cómo planifican sus presupuestos las empresas con una carga fiscal agobiante?
–Las empresas se preparan para operar con una carga fiscal cada vez mayor. No esperan que caiga, todo lo contrario. Saben que el gasto público no se reducirá y tienen en cuenta este factor en la planificación.
-¿Te pusiste letárgico?
-La última vez hubo muchos litigios con el aumento de las tasas de propiedad personal debido al impuesto a las grandes fortunas. Muchos clientes optaron por no pagar y acudieron a los tribunales. Los acompañamos en este proceso, basándonos en las decisiones que han tomado.
– Debido al aumento de las restricciones al comercio exterior, ¿hay empresas que ya reportan problemas para importar?
–Si, lamentablemente. El acuerdo con el FMI es fundamental para brindar mayor seguridad a la actividad económica. Pero no espero que, después de un consenso, los dólares vuelvan a entrar y se levanten las restricciones. Desafortunadamente, se trata de resolver una incógnita, aunque no cambia sustancialmente la visión de los empresarios sobre la dirección de la economía. Reconstruir la confianza es la solución.
-¿Se interrumpieron los proyectos de inversión?
-No existen grandes proyectos de inversión, ni de empresas extranjeras ni de empresas locales con acceso al mercado crediticio. Seguimos dependiendo de las buenas cosechas. Mientras exista un rezago cambiario del 90% y restricciones de todo tipo, será cada vez más difícil para los inversores apostar por Argentina. En nuestra división de finanzas corporativas, que realiza procesos de debida diligencia y MALO, la actividad prácticamente ha parado desde hace cuatro años. Las únicas, y pocas, transacciones que se cierran son cuando los argentinos detectan oportunidades a la hora de comprar las operaciones de empresas que salen del país.
-¿Cómo espera BDO Argentina cerrar el año?
-La actividad salió bien y el negocio creció. Ampliamos nuestra plantilla en un 10%. El reto que tenemos por delante es adaptarse a los nuevos métodos de trabajo para hacer crecer la propia operación y la de sus clientes.. Se hace énfasis en asegurar el contacto con ellos, para transmitir la cultura organizacional a través del encuentro físico y el trabajo en equipo.
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Fuente: cronista.com