Señora Vicepresidenta,
Como no escribiste ninguna carta, justo ahora que es necesaria, déjame seguir adelante y pedirte que lo hagas. Para preguntarles por este medio, que suele ser de su preferencia, por favor, para este tiempo, en el que el país se encuentra nuevamente al borde de un default y con casi la mitad de sus habitantes viviendo en la pobreza debido a las políticas ruinosas de su gobierno. , deje de especular sobre su conveniencia -como lleva haciendo desde que escogió a mano un candidato y luego intervino el Gobierno-, y aclare su postura de una vez por todas.
Créame, si las cosas funcionaran como dictan las instituciones, no perdería el tiempo para enviarle esta carta, pero como usted ha obstruido a su propio gobierno y al país entero, alguien tenía que al menos dejarlo por escrito. Es difícil entender que elija esta forma de comunicarse -más común para las personas que están lejos- en un momento en que todos estamos cerca y una videollamada para hablar, pero como claramente eso no sucede entre usted y su Presidente, Me permito recomendar que, en medio de este desastre, puede ser conveniente corregir la comunicación interna, al menos para cumplir con sus funciones, ambos.
Como usted sabe, aunque opte por ignorarlo, la economía está postrada por trampas que usted insiste en aplicar como castigo y como una forma inútil de quedarse con todos los dólares, sin haber aprendido después de tantos años que las trampas son inútiles y que generar justo lo contrario. Sería ingenuo en este punto incluso tratar de señalar los beneficios de la libertad y que el derecho a comerciar está en la Constitución. Basta tomar nota de las reservas casi inexistentes de nuestro Banco Central. Pensando en tu lógica, solo intento decirte que esto ya no te puede quedar bien. Que los que creían que volviste mejor, y ahora solo gastas penurias tratando de llegar a fin de mes, con una inflación imparable que consume salarios, y también planes sociales, afectando especialmente a los que menos tienen, van a ser cada vez menos los que celebran el misterio. Que en los suburbios las cosas están aún peor que en el resto del país y que a la pobreza inmoral y la inseguridad insoportable se suma el efecto aniquilador del narcotráfico; y que muchas madres, en estos días, han visto caer a sus hijos intoxicados por las drogas, algo a lo que tampoco te referiste públicamente, a pesar de suceder en tu máximo territorio de poder y ser un drama inconmensurable.
Soy honesto: esta no es una carta irónica, ni oportunista. Lo ideal sería hacerle preguntas en una entrevista o dar una conferencia de prensa de vez en cuando. Pero imagínese, el país está tratando de averiguar qué harán todos ustedes, los que gobiernan, con nuestro destino, leyendo sobre todo sus silencios, señora Vicepresidenta, como si fuera el oráculo de Delfos. Esta, por tanto, me parece una forma creativa, si se quiere, de dejar las preguntas al menos planteadas, de no aceptar un juego tan antidemocrático de su falta de explicaciones y su poco apego a la rendición de cuentas. Porque a estas alturas, así como hubo ministros que no trabajan, hay un país que no trabaja. Y un país es mucha gente, que está agotada, no sólo por la crisis sino por la falta de esperanza ante tanta decadencia consensuada y provocada. Porque sus hijos se van o porque directamente no tienen futuro.
Entiendo por su historial que está dispuesto a convertir los recortes de subsidios en otro castigo para la clase media. Sabe que a estas alturas esa parte del país ya está acostumbrada a su discriminación y solo profundizará su hastío. No te digo que no resuelvas los problemas y que seas demagógico con las tarifas. Ya lo hiciste, no funcionó y solo dará como resultado que se corte la electricidad y que el gas sea inasequible, pero al menos por una vez, decide ser justo. Su forma de hacer política, convirtiendo en enemigos a todos los que discrepan con sus posiciones, créanme, a estas alturas, además de ser emocionalmente dañina, es absolutamente inapropiada. Las últimas elecciones, 7 de cada 10 argentinos no votaron por él. No caves más el hoyo. No puedes tenerlos a todos como enemigos. Aunque tenga parámetros magnánimos en defensa propia.
Es raro estar escribiendo una carta a un vicepresidente de la nación, pero la verdad es señora, como país estamos empantanados, y sabe qué, los pantanos apestan. En ellos la gente no avanza, se hunde. Les aseguro que la mayoría del país, de ambos lados de la divisoria, está desesperada por salir adelante, por recuperar un poco de sentido común en el día a día, por tener algo, aunque sea algo, de certeza.
Entiendo que tú, aunque a veces parezca que la tierra te ha tragado, caminas entre nosotros, como cualquier mortal. Supongo que, como táctica política, quizás te sirva el misterio de cernir sobre la realidad como un ser superior, pero como se supo de ti en otro de tus ataques a la Corte, reconozco que eres consciente de las dificultades que existen. aquí abajo, donde el 60 por ciento de los niños viven en un hogar pobre.
Como presidente en dos ocasiones, quiero creer que sabe muy bien que un incumplimiento de pago solo empeorará las cosas. Entiendo que solo piensas en las próximas elecciones y no en la próxima generación, no porque lo compartas sino porque parece la lógica loca de una clase política que parece volverse en contra de la sociedad que la apoya. Pero créeme, evitar caer por el precipicio también es por tu propio bien. Me imagino que debe estar preocupado por sus casos judiciales. Y que la indignación por deshacerse de ellos en lugar de responder como cualquier hijo de vecino ante la justicia, la enfurece hasta el punto de la venganza permanente. No habrá margen para eso si la situación sigue empeorando.
No tomes estas líneas a mal. Considero que decir lo que pensamos, aunque sea críticamente, es lo que corresponde en los enlaces, y también ejerzo mi derecho a expresarme libremente.
Por otro lado, ya que le has dado sustancia a esta forma de comunicación, quizás puedas ayudar a romper el silencio. O decir, al menos, lo pernicioso e increíble que es, con los problemas que tenemos, ver que, desde arriba, sólo se dedican a profundizarlos.
Sin más consideración, y agradecido por su atención,
Tuyo sinceramente,
Cristina
* Para www.infobae.com
Fuente: diariocordoba.com.ar