He leído en LA GACETA (27/03) que la provincia destinará $14 millones para reparar los túneles de las calles Mendoza y Córdoba. Aprovecho este espacio para reiterar que los dos túneles tienen amenazas, peligros y riesgos para quienes transitan por ellos. Estos riesgos son: 1) Desconocimiento de las concentraciones de monóxido de carbono (CO) presentes, debido a los gases de escape emitidos por el paso de los vehículos. 2) En el diseño y cálculo de las estructuras no se tuvo en cuenta la resistencia al fuego. Si a esto le sumamos que: a) Se desconoce qué medidas se han previsto en caso de accidentes de tráfico (choque, colisión, vuelco, incendio). b) Que no se controle los tipos de carga que deben circular ya que pueden ser tóxicas, venenosas, peligrosas, combustibles, etc., con los peligros que representan. c) No hay salidas de emergencia disponibles, ni rutas de escape, ni plan de evacuación. d) Se instalaron extintores de polvo químico, sin tener en cuenta los riesgos a que estarían expuestas las personas que los utilizan, si no estuvieran previamente capacitadas en el combate de incendios. La bibliografía especializada dice que los riesgos relacionados con los túneles de carretera pertenecen al tipo de baja probabilidad pero con grandes consecuencias, por lo que su control es fundamental. Además, los túneles cuentan con bombas de alto caudal en operación, las cuales extraen agua del manto freático existente en el sitio. Se desconocen los estudios y medidas que se han previsto para evitar que la extracción del fluido afecte el equilibrio del subsuelo y la estabilidad de las edificaciones y estructuras circundantes. Por lo anterior y tomando en cuenta razones de seguridad vial, la Secretaría de Obras Públicas y el Ministerio deberán informar a la ciudadanía los detalles de las obras que proyectan realizar y sus objetivos y cómo se eliminarán o controlarán los riesgos presentes. Oportunamente administrativamente se informó a las autoridades (Secretaría de Obras Públicas de la provincia, Defensoría del Pueblo y Municipio capitalino) de los riesgos y condiciones inseguras mencionadas, con resultados negativos.
He leído en LA GACETA (27/03) que la provincia destinará $14 millones para reparar los túneles de las calles Mendoza y Córdoba. Aprovecho este espacio para reiterar que los dos túneles tienen amenazas, peligros y riesgos para quienes transitan por ellos. Estos riesgos son: 1) Desconocimiento de las concentraciones de monóxido de carbono (CO) presentes, debido a los gases de escape emitidos por el paso de los vehículos. 2) En el diseño y cálculo de las estructuras no se tuvo en cuenta la resistencia al fuego. Si a esto le sumamos que: a) Se desconoce qué medidas se han previsto en caso de accidentes de tráfico (choque, colisión, vuelco, incendio). b) Que no se controle los tipos de carga que deben circular ya que pueden ser tóxicas, venenosas, peligrosas, combustibles, etc., con los peligros que representan. c) No hay salidas de emergencia disponibles, ni rutas de escape, ni plan de evacuación. d) Se instalaron extintores de polvo químico, sin tener en cuenta los riesgos a que estarían expuestas las personas que los utilizan, si no estuvieran previamente capacitadas en el combate de incendios. La bibliografía especializada dice que los riesgos relacionados con los túneles de carretera pertenecen al tipo de baja probabilidad pero con grandes consecuencias, por lo que su control es fundamental. Además, los túneles cuentan con bombas de alto caudal en operación, las cuales extraen agua del manto freático existente en el sitio. Se desconocen los estudios y medidas que se han previsto para evitar que la extracción del fluido afecte el equilibrio del subsuelo y la estabilidad de las edificaciones y estructuras circundantes. Por lo anterior y tomando en cuenta razones de seguridad vial, la Secretaría de Obras Públicas y el Ministerio deberán informar a la ciudadanía los detalles de las obras que proyectan realizar y sus objetivos y cómo se eliminarán o controlarán los riesgos presentes. Oportunamente administrativamente se informó a las autoridades (Secretaría de Obras Públicas de la provincia, Defensoría del Pueblo y Municipio capitalino) de los riesgos y condiciones inseguras mencionadas, con resultados negativos.
He leído en LA GACETA (27/03) que la provincia destinará $14 millones para reparar los túneles de las calles Mendoza y Córdoba. Aprovecho este espacio para reiterar que los dos túneles tienen amenazas, peligros y riesgos para quienes transitan por ellos. Estos riesgos son: 1) Desconocimiento de las concentraciones de monóxido de carbono (CO) presentes, debido a los gases de escape emitidos por el paso de los vehículos. 2) En el diseño y cálculo de las estructuras no se tuvo en cuenta la resistencia al fuego. Si a esto le sumamos que: a) Se desconoce qué medidas se han previsto en caso de accidentes de tráfico (choque, colisión, vuelco, incendio). b) Que no se controle los tipos de carga que deben circular ya que pueden ser tóxicas, venenosas, peligrosas, combustibles, etc., con los peligros que representan. c) No hay salidas de emergencia disponibles, ni rutas de escape, ni plan de evacuación. d) Se instalaron extintores de polvo químico, sin tener en cuenta los riesgos a que estarían expuestas las personas que los utilizan, si no estuvieran previamente capacitadas en el combate de incendios. La bibliografía especializada dice que los riesgos relacionados con los túneles de carretera pertenecen al tipo de baja probabilidad pero con grandes consecuencias, por lo que su control es fundamental. Además, los túneles cuentan con bombas de alto caudal en operación, las cuales extraen agua del manto freático existente en el sitio. Se desconocen los estudios y medidas que se han previsto para evitar que la extracción del fluido afecte el equilibrio del subsuelo y la estabilidad de las edificaciones y estructuras circundantes. Por lo anterior y tomando en cuenta razones de seguridad vial, la Secretaría de Obras Públicas y el Ministerio deberán informar a la ciudadanía los detalles de las obras que proyectan realizar y sus objetivos y cómo se eliminarán o controlarán los riesgos presentes. Oportunamente administrativamente se informó a las autoridades (Secretaría de Obras Públicas de la provincia, Defensoría del Pueblo y Municipio capitalino) de los riesgos y condiciones inseguras mencionadas, con resultados negativos.
He leído en LA GACETA (27/03) que la provincia destinará $14 millones para reparar los túneles de las calles Mendoza y Córdoba. Aprovecho este espacio para reiterar que los dos túneles tienen amenazas, peligros y riesgos para quienes transitan por ellos. Estos riesgos son: 1) Desconocimiento de las concentraciones de monóxido de carbono (CO) presentes, debido a los gases de escape emitidos por el paso de los vehículos. 2) En el diseño y cálculo de las estructuras no se tuvo en cuenta la resistencia al fuego. Si a esto le sumamos que: a) Se desconoce qué medidas se han previsto en caso de accidentes de tráfico (choque, colisión, vuelco, incendio). b) Que no se controle los tipos de carga que deben circular ya que pueden ser tóxicas, venenosas, peligrosas, combustibles, etc., con los peligros que representan. c) No hay salidas de emergencia disponibles, ni rutas de escape, ni plan de evacuación. d) Se instalaron extintores de polvo químico, sin tener en cuenta los riesgos a que estarían expuestas las personas que los utilizan, si no estuvieran previamente capacitadas en el combate de incendios. La bibliografía especializada dice que los riesgos relacionados con los túneles de carretera pertenecen al tipo de baja probabilidad pero con grandes consecuencias, por lo que su control es fundamental. Además, los túneles cuentan con bombas de alto caudal en operación, las cuales extraen agua del manto freático existente en el sitio. Se desconocen los estudios y medidas que se han previsto para evitar que la extracción del fluido afecte el equilibrio del subsuelo y la estabilidad de las edificaciones y estructuras circundantes. Por lo anterior y tomando en cuenta razones de seguridad vial, la Secretaría de Obras Públicas y el Ministerio deberán informar a la ciudadanía los detalles de las obras que proyectan realizar y sus objetivos y cómo se eliminarán o controlarán los riesgos presentes. Oportunamente administrativamente se informó a las autoridades (Secretaría de Obras Públicas de la provincia, Defensoría del Pueblo y Municipio capitalino) de los riesgos y condiciones inseguras mencionadas, con resultados negativos.
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