En 1969, el consorcio de Heuer-Leonidas, Breitling, Buren-Hamilton y Dubois Dépraz compitió con lobos solitarios Cenit y Seiko en la carrera por lanzar el primer movimiento cronógrafo automático del mundo. ¿Cómo mantuvieron estas marcas en secreto sus desarrollos? ¿Y cómo cambió el mundo de los relojes? Buscamos pistas en el pasado.
Mientras leía su periódico la mañana del 10 de enero de 1969, Jack Heuer, director general de la marca de relojes Heuer, sufrió tal conmoción que casi se le cae la taza de café. Un breve artículo anunció que el competidor de Heuer, Zenith, había desarrollado el primer cronógrafo automático del mundo y ya mostraba prototipos funcionales de El Primero. ¿Cómo puede esto ser verdad? La compañía de Jack Heuer era parte de un consorcio que había estado trabajando en esta misma tarea bajo una tremenda presión de tiempo y el más estricto secreto durante los últimos tres años. El lanzamiento del Calibre 11 estaba programado para el 3 de marzo. ¿Cómo pudo Zenith haberles adelantado?
Esta historia es una de las narrativas más fascinantes de la historia de la industria relojera moderna. Tuvo lugar en un año que, como toda la década anterior, se caracterizó por el progreso técnico y un profundo cambio social, incluido el primer aterrizaje tripulado en la luna, el vuelo inaugural del avión Boeing 747 y el movimiento flower power. Toda la década estuvo sobrealimentada por el auge económico, especialmente en la industria automotriz, y por espectaculares carreras de autos, cuyos campeones emocionaron a grandes multitudes. El espíritu de la época de la nueva movilidad y comunicación estaba omnipresente. El mundo avanzaba a un ritmo cada vez más acelerado: más y más coches potentes salían de las líneas de montaje y más y más gente podía permitirse …
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Fuente: www.watchtime.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-04-16 12:00:31