Facundo Malaureille, Data Governance of Latam, analiza la dicotomía que surge entre la protección de datos personales y la inversión extranjera
El 2 de agosto, en Sesión Extraordinaria conjunta del Comisiones de Asuntos Constitucionales y Legislación General del Congreso Nacionalel proyecto de modificación del Ley de Datos Personales de la Directora de la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), Beatriz de Anchorena.
En una multitudinaria reunión, el diez puntos de la propuesta de reforma, seguido de un espacio de preguntas y comentarios de los diputados presentes.
La sesión no solo resaltó el compromiso de llegar a un consenso y dar voz a todas las partes interesadas, sino también la importancia de abordar temas cruciales que afectan a varios sectores de la sociedad.
En ese sentido, los diputados enfatizaron la necesidad de no precipitarse, considerando los tiempos electorales y la posible votación de la ley tras la renovación de la cámaras legislativas en diciembre.
Este planteamiento lento y reflexivo de la casa de la democracia es respetable y abre el proyecto al necesario debate multisectorial.
Cabe señalar que durante el proceso de elaboración del proyecto llevado a cabo por el AAIP, Se organizaron mesas de debate donde se recogieron propuestas de diversos campos, como académicos, ONG, empresas y cámaras empresariales.
Nuevas propuestas
Muchas de estas propuestas fueron incorporadas al Borrador, que posteriormente fue fue presentado al Congreso Nacional Por tu consideración.
En el proceso de análisis y discusión, es relevante resaltar discrepancias que surgieron en diferentes sectores.
Entre estos, algunos empresas multinacionales expresaron posiciones que parecen priorizar sus intereses comerciales por encima de otros aspectos.
Si bien todas las voces merecen respeto en una democracia, no podemos perder de vista el propósito fundamental de la ley de protección de datos personales.
En este contexto, es fundamental quitarse las máscaras y la retórica ambigua. ¿Estamos realmente respetando los principios globalmente aceptados en relación con los datos personales, o estamos permitiendo un enfoque indulgente en su tratamiento?
Algunos actores empresariales promueven el consentimiento tácito por su practicidad y ahorro de costos, evitando la necesidad de obtener y retener la manifestación explícita de la voluntad de los usuarios y clientes.
¿Qué país buscamos ser?
Además, existe un desacuerdo en cuanto a la inscripción de los representantes de las empresas en un nuevo registro destinado a que los titulares de los datos presenten sus reclamos.
Actualmente, ante cualquier infracción en la que estén involucradas estas empresas transnacionales, las víctimas deben notificar a la sede mundial de estas empresasque, a pesar de operar en Argentina con nuestros datos personales, no tienen presencia física en el país.
Esta situación, sin duda, no beneficia a nadie más que a las propias empresas, las cuales buscan seguir lucrando con nuestros datos sin restricciones, dado que la ley vigente (Ley 25.326) deja mucho que desear al respecto.
Por otro lado, eres Organizaciones empresariales expresan preocupación por las sanciones contempladas en el Anteproyecto. Argumentan sanciones excesivas e irrazonables; podría desalentar la inversión extranjera en Argentina.
Si bien este planteamiento es válido, también es relevante señalar que muchas de estas empresas ya operan en el país y buscan mantener su capacidad de usar nuestros datos sin enfrentar multas o sanciones significativas.
En definitiva, surge un dilema estratégico: ¿Qué tipo de país aspiramos a ser? ¿Atractivo para la inversión extranjera y, al mismo tiempo, protector de los datos personales de los ciudadanos?
Los formuladores de políticas enfrentan una tarea compleja al sopesar estos objetivos. La respuesta está en cómo conciliar la necesidad de atraer inversiones con la salvaguardia de los derechos individuales en una era donde la la protección de datos adquiere un papel cada vez más crucial.
La decisión final sobre este tema crucial, que finalmente definirá el rumbo de Argentina en 2023, recae en la percepción y acción de nuestros legisladores.
Como dice el refrán, los pingos se ven en el campo. Echemos un vistazo más de cerca a las opiniones de nuestros representantes sobre cómo proteger mejor nuestros datos personales y, al mismo tiempo, fomentar un entorno favorable para los negocios que involucre estos valiosos activos.
*Por Facundo Malaureille, Data Governance of Latam
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Fuente: iproup.com