Las autoridades regionales han calificado la situación en el sur del país como “absolutamente sin precedentes”
El estado de Río Grande del Sur, en el extremo sur de Brasil, se ha visto afectado por lo que sus autoridades han descrito como las peores inundaciones de su historia. La capital regional, Porto Alegre, se ha visto envuelta por fuertes torrentes y el alcalde de la ciudad advirtió que la situación podría empeorar aún más.
El número total de muertos relacionados con la catástrofe ha ascendido a entre 56 y 58, según varios medios de comunicación, citando a la autoridad de defensa civil brasileña. Las fuertes inundaciones también han dejado más de 70 personas heridas y otras 67 aún desaparecidas, dijo la agencia.
El colapso de una presa hidroeléctrica cerca de la ciudad de Bento Goncalves, junto con deslizamientos de tierra en la zona, mataron a 30 personas, dijeron los medios. Según algunos informes, también en la zona podría colapsar una segunda presa.
Vídeos publicados en las redes sociales mostraban la ciudad completamente sumergida bajo el agua, con sus calles convirtiéndose en ríos que sólo se pueden atravesar en barco. Un clip, supuestamente fechado el 2 de mayo, mostraba poderosas corrientes torrenciales que arrasaban las calles y caminos, arrastrando escombros, árboles e incluso vehículos. Al menos un motociclista fue arrastrado por las inundaciones.
La catástrofe ha desplazado a más de 24.000 personas y ha causado daños materiales a unas 350.000, según las autoridades. Los niveles de inundación han superado los del devastador diluvio de 1941, según el Servicio Geológico Brasileño. Algunas ciudades registraron los niveles de agua más altos en la historia de este tipo de observaciones, que comenzaron hace unos 150 años, dijo la agencia.
El gobernador de Rio Grande del Sul, Eduardo Leite, calificó la situación “absolutamente sin precedentes” y el peor en la historia de su estado. “Olvídate de todo lo que has visto, va a ser mucho peor en la región metropolitana”. dijo el viernes, cuando las calles de Porto Alegre ya estaban sumergidas por la rápida crecida del río Guaiba local. La ciudad alberga a alrededor de 1,5 millones de habitantes.
El alcalde de la ciudad, Sebastiao Malo, instó a los residentes locales a evacuar, añadiendo que las aguas habían comenzado a subir en otro río local, el Gravatai. Según informes de los medios de comunicación, las fuertes corrientes destruyeron las carreteras de la zona y arrastraron los puentes.
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Según los informes, algunas ciudades más pequeñas de Rio Grande del Sul quedaron completamente inaccesibles y sufrieron falta de electricidad y agua potable. Al menos 300 municipios se han visto afectados por la catástrofe desde el lunes, según los medios.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó la región el jueves y prometió una respuesta firme al desastre.
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Fuente: NEWS.com
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