Explorando los misteriosos túneles de Buenos Aires: una experiencia fascinante
La maravillosa ciudad de Buenos Aires es conocida por su rica historia, impresionante arquitectura y animada vida nocturna. Sin embargo, lo que muchos turistas desconocen es el fascinante universo de túneles que se esconden bajo sus cimientos, revelando episodios poco conocidos de más de 300 años. Estos túneles, que se pueden explorar de manera virtual y a través de visitas guiadas, ofrecen una perspectiva única para conocer la historia de la ciudad desde una óptica diferente.
Construidos en diferentes épocas y con diversas finalidades, estos pasadizos subterráneos aún hoy son motivo de intriga. Algunos de ellos se remontan a la época colonial, cuando eran utilizados para el transporte de bienes y como refugio. Otros fueron construidos para encauzar arroyos que atravesaban la ciudad. Incluso, se estima que había una red de túneles que conectaba lugares emblemáticos como Belgrano, Perú, el Cabildo y la Catedral, e incluso llegaban hasta el Río de la Plata.
Uno de los lugares más fascinantes es el Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces, ubicado en el centro de la ciudad. Bajo este complejo se extiende un entramado de pasadizos subterráneos construidos entre los siglos XVII y XVIII por personas esclavizadas de pueblos originarios y afrodescendientes, supervisados por jesuitas. Estos túneles fueron redescubiertos en 1848, cuando obreros se toparon con un pasaje que conducía a la casa del entonces gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas. Esta revelación alimentó la hipótesis de un intento de asesinato, lo que llevó a la detención de varias personas involucradas en la construcción.
Aunque los túneles de la Manzana de las Luces, al igual que otros como los de la antigua Aduana Taylor y el Cabildo, están cerrados al público por trabajos de conservación, es posible visitarlos de manera virtual. A partir de febrero, una de las ramificaciones de la galería principal que se conecta con la Iglesia San Ignacio de Loyola estará abierta para ser recorrida. Estos pasillos, ubicados entre tres y seis metros bajo tierra, tenían una función defensiva en caso de invasiones. Al caminar por ellos con velas, es posible observar las marcas de cinceles que los jesuitas dejaron en la tosca a lo largo de los años.
Otro lugar impresionante es el Zanjón de Granados, ubicado a unas cinco cuadras del Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces. Este imponente edificio, que anteriormente perteneció a una acaudalada familia española y luego funcionó como un conventillo, alberga una historia única en sus subsuelos. Durante el proceso de remoción de escombros, se descubrió un túnel subterráneo que forma parte del corredor de un arroyo fundacional de la ciudad. Este corredor era utilizado para transportar agua de lluvia desde las zonas altas hasta el Río de la Plata. Actualmente, se pueden recorrer cerca de 200 metros de laberintos ubicados a un centímetro de las napas y a casi cuatro metros de profundidad.
La Antigua Tasca de Cuchilleros, la casa de adobe más antigua de la ciudad, también alberga tramos de túnel que pueden ser explorados. Construida entre 1729 y 1730, esta casa es protagonista de una historia de amor y revancha. Aquí funcionó el primer horno de ladrillos de Buenos Aires, y sus túneles fueron utilizados para cubrir el traslado de materiales. En este lugar vivía el General Olidén, sargento de los mazorqueros, quien obligó a su hija Margarita a casarse con un líder mazorca a pesar de estar enamorada de otro hombre. Margarita decidió huir con su amado a través de los túneles, sin saber que su destino era la iglesia de San Pedro Telmo.
Explorar estos túneles subterráneos es una experiencia única que nos permite adentrarnos en la historia oculta de Buenos Aires. Desde los tiempos coloniales hasta la actualidad, estos pasadizos nos revelan secretos y episodios poco conocidos que nos invitan a repensar nuestra ciudad desde una perspectiva distinta. Si visitas Buenos Aires, no puedes dejar pasar la oportunidad de sumergirte en este fascinante mundo subterráneo y descubrir la otra historia de la ciudad.