Hace tres días, esta columna advirtió sobre decisiones de arbitraje infelices que enturbió los torneos de Ascenso e invitó a estad atentos para establecer fechas llegando, con especial atención a algunos partidos de Primera Nacional.
lo consideramos oportuno colocar árbitros internacionales en varios de estos partidos, aunque hemos llamado la atención sobre algunos detalles, vinculados a dos partidos: Almirante-Quilmes y Brown de Adrogué-Barracas.
El azar es caprichoso, y hubo otra de esas coincidencias que ya no hacen creer a nadie en la transparencia de estas definiciones. Los cataclismos de los presagios predichos beneficios para Almirante y Barracas, equipo presidente de AFA.
En Admiral-Quilmes hubo un penalti más grande que el estadio a favor de Quilmes, y el árbitro Fernando Echenique, en buena ubicación, inmediatamente hizo gestos para que no hubiera infracción que imputar. En carpas marrones hubo otro penalti, para los de Adrogué, y el árbitro Andrés Merlos, también desde un punto de vista incuestionable, hizo gestos similares.
Barracas comete este penalti contra Brown. Merlos no cobra.
Lo que tantos asumieron, sucedió este domingo. Con árbitros internacionales y lo que quieras, Ayuda para cuarteles y ayuda para almirante. El viernes, en el aperitivo, otro juez de exuberante carrera, Diego Abal, no cobró pena de Morón, el que esa noche podría ir a Barracas si ganaba.
Nadie tiene evidencia fáctica de que se den órdenes, ventajas o cheques para manipular resultados y arbitrajes; será el abrumadora cadena de «coincidencias» lo que está haciendo de este torneo una verdadera gilipollez.
¿Qué deberían los líderes de todos los equipos dañados, cuando constituyen la mayoría de los levantadores de mano que votan todo lo que les pide Claudio Tapia.
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Fuente: ole.com.ar/