fiscal federal carlos rivolo pidió este lunes enviar a los detenidos a juicio oral y público Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo en el caso de intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernándeza pesar de que los abogados de la demanda opinaron que «llevar el caso a juicio por secciones es una práctica incorrecta y perjudica el descubrimiento de la verdad».
Rivolo consideró completa la investigación en relación a los tres detenidos, pero requirió que la causa continúe con diligencias de prueba encaminadas a «verificar la existencia de otros posibles participantes y/o autores intelectuales»según el documento de 197 páginas al que accedió Télam.
Aunque de la carta se desprende que no se encontraron conexiones con otros eventuales perpetradores, Rivolo enfatizó que la investigación permitió vislumbrar «violencia política extrema que se ha manifestado en sus diálogos (de los acusados) en relación con la víctima y otros referentes de la vida política argentina, y en los hechos, inequívocamente, hacia Cristina E. Fernández de Kirchner”.
Fiscalía pidió a la jueza María Eugenia Capuchetti cerrar parte de la investigación vinculó al autor material del disparo, Sabag Montiel, a su socio -ambos como coautores- ya Carrizo, empleador de ambos en la empresa de venta de azúcar en hojuelas, aunque este último como «participante secundario».
El juez debe dar audiencia a las defensas de los tres detenidos y luego decidir si cierra la investigación en relación con ellos y la remite a la lotería del tribunal oral: en esa instancia aún podría ordenarse una investigación complementaria.
La querella ya expresó su oposición a que el caso sea elevado a la instancia de juicio oral de manera parcial y exigió que antes de concluir diligencias de prueba en distintas vías, entre ellos el que involucra al diputado nacional de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman.
Los abogados del vicepresidente, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, aclararon que, «subsidiariamente, en caso de que la investigación sobre Carrizo, Sabag Montiel y Uliarte se dé por concluida a pesar de la oposición de esta parte, ejerceremos nuestro derecho de acusación, en a fin de mantenerlo para la instancia oral».
La fiscalía entendió que la conducta de los tres imputados fue «premeditada», más o menos idearon «un plan para llevar a cabo el asesinato del Vicepresidente de la Nación»; pero advirtió que no se encontraron elementos para afirmar que detrás de los autores materiales hubo diferentes autores intelectuales.
El fiscal sostuvo que el plan criminal habría comenzado a elaborarse en abril de 2022 cuando Sabag Montiel se hizo con el arma que había pertenecido a un vecino fallecido. De las conversaciones de WhatsApp que lograron reconstruirse, parece que los atacantes incluso pensaron en alquilar un departamento desde el cual apostar por un francotirador, pero optaron por otro mecánico.
“De la lectura de la conversación anterior y del audio enviado por Uliarte surge de manera incontrovertible que los imputados tenían intenciones de agredir a la vicepresidenta en el contexto de una reunión con personas allegadas a ella”, dijo el fiscal tras revisar conversaciones.
Rivolo ha recordado que el pasado 27 de agosto Sabag Montiel estuvo en la manifestación de esa noche en la puerta de la casa del vicepresidente «y le estaba contando los movimientos» del expresidente a Uliarte en tiempo real. a la espera de encontrar «el momento ideal para poder llevar a cabo el acto».
De ahí también se desprende que «ambos planearon cómo llevarlo a cabo (el ataque) sin ser descubiertos, evaluando lo que iba a pasar una vez que disparó el arma», informó el fiscal.
Rivolo remarcó que «es oportuno indicar que, más allá el indudable revuelo político que provocó el atentado contra un vicepresidente de la Naciónhecho de enorme gravedad institucional, de todos los teléfonos incautados y analizados no surgió ningún vínculo de los señalados con algún grupo o persona que a estas alturas permitiera siquiera sospechar la posibilidad de que se les haya brindado asistencia para el hecho.
Destacó que «no se han encontrado elementos relevantes en los intercambios telefónicos, ni en la geolocalización de los dispositivos» ni en los «movimientos financieros» que apunten a la colaboración de terceros con dinero para el atentado.
“La actividad desarrollada por los designados para realizar el atentado no requirió -por sus características- financiación económica ni recursos extraordinarios”él advirtió.
Dijo que “el día del hecho tomaron transporte público y se acercaron al lugar como lo habían hecho días anteriores -a pie- a lo que se sumó la obtención del arma de fuego perteneciente” al fallecido vecino de Sabag Montiel.
«Con el arma escondida en su ropael nombrado sería ubicado entre los seguidores de su víctima, disfrazado de uno más, con el fin de acercarse a ella y ejecutar su designio criminal”, reconstruyó.
Rivolo cerró la investigación en relación a los tres detenidos pero advirtió que teniendo en cuenta que se mantienen medidas por hipótesis sobre otros posibles partícipes y/o autores intelectuales del atentado “consideramos que corresponde a VS ordenar que continúe la extracción de testimonios”. avanzar en la investigación de dichos supuestos».
Sabag Montiel fue acusado de «premeditadamente intentar matar a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner» (,,,), contando para ello con la previa planificación y acuerdo de Brenda Elizabeth Uliarte y Gabriel Nicolás Carrizo”.
Sabag Montiel, “aprovechando la indefensión en virtud de la multitud existente, apuntó con una pistola semiautomática de acción simple al rostro” del expresidente “a quemarropa”, explicó. El hombre «llevó a cabo su plan criminal hasta el final, al apretar el gatillo con el arma cargada, perfectamente apta para producir disparos y con ello la muerte de la víctima”, remarcó.
Era un «contexto» de «multitudes de personas, que se expresaban con cánticos partidistas, gritos de aplausos, manifestaciones de apoyo, celulares levantados sobre la gente, etc., que idearon y utilizaron Sabag Montiel, Brenda Uliarte para lograr su objetivo: acercarse a la víctima -a traición y seguridad- como dos militantes más, esconderse en el grupo y llegar Sabag Montiel pulgadas de su persona con un arma, gatillo a una distancia mínima que no daría un posible margen de defensa y aseguraría el resultado deseado”, dijo.
El imputado por el atentado del 1 de septiembre, a metros de la vivienda de la víctima en la colonia Recoleta, “actuó de una manera que no lo hubiera hecho si la situación hubiera sido diferente”, dijo Rivolo, y remarcó: “Es el estado de indefensión de una persona que motive o decida cometer el delito».
Hizo hincapié en que «la operación de custodia vicepresidencial, tal como fue realizado y más allá de lo que es objeto de la investigación penal (en el caso relacionado) y administrativa, no logró disuadir, advertir ni prevenir la actividad delictiva desplegada por Sabag Montiel contra el Vicepresidente de la Nación”.
El resultado deseado «no se produjo, a pesar de que, a pesar de que el arma había sido disparada, las balas que estaban en el cargador no se alojaron en la recámara».
Rivolo pidió la destitución parcial de Sabag Montiel y Uliarte por coleccionismo de armas y la destitución de Agustina Díaz, detenida al inicio de la investigación.
Exigió que Sabag Montiel sea juzgado como autor de «homicidio doblemente calificado por alevosía y por concurso doloso de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa». Por los mismos delitos, como coautor, pidió juicio para Uliarte y por la misma calificación de partícipe secundario para Carrizo.
Con información de Telam y otras fuentes de noticias.