Cuando llegó a la puerta del Consejo Escolar donde se habían citado los padres, y supo que los estaban haciendo esperar en la calle, algo de su carácter quedó expuesto. Tanto es así que dos padres que lo conocían le dijeron que lo mejor era plantear el reclamo de buena manera. «Está bien, pensé, pero fui a preguntar qué pasó que no nos atendieron y de alguna manera, por eso y porque nos atendieron, yo estaba medio a cargo de la situación en ese momento». Entonces habló Guillermo Sierra, y lo que dijo en un pequeño salón pronto llegó a oídos de miles.
Producto del hartazgo, fue vehemente en su protesta, reclamo que venía de otros reclamos: dos sindicatos, el de maestros y el estatal de Bahía Blanca, vienen desde marzo huelgas por varias razones, en su mayoría asalariados, pero también por adhesión a la violencia en Jujuy o por desabastecimiento. “Sí, así es, como no tenían trapos para limpiar la escuela, pararon. Total, a quién le importa, ¿no?”, dice Sierra, quien esa mañana hizo una parada en su trabajo como carguero para acompañar a otros padres.
Es que la suma de paros, en junio por ejemplo, considerando los feriados que hubo, hizo las clases solo se impartirán durante diez días. Eso es lo que le dijeron a los funcionarios del Consejo Escolar, y hubo algo en su respuesta, en su tono y en sus gestos, que Terminó de molestar a Sierra..
“Se miraban, como con arrogancia, y se preguntaban: ‘¿Había tantas huelgas?’ ¡Por favor! ¿Estábamos en el Consejo Escolar y no sabían nada? fue el detonante. El padre descargó sobre él el aburrimiento que «había ido acumulando».
«Sabes que no necesitabas que viniéramos. Sabes que es un problema serio. La raíz de todos los problemas de cualquier país del mundo es la falta de educación. De Sarmiento aquí. No puedo creer que tengamos que venir aquí para que te des cuenta de que estamos en un terrible problema«, él empezó.
“Igualdad no es hablar con X, igualdad es que los chicos tengan clases todo el año. Y que los de los colegios públicos tengan los mismos días que los de los privados”, prosiguió alzando un poco la voz. Los otros padres allí comenzaron a aplaudirlo. “No, no -se enfadó-, no es para aplaudir, es para llorar”.
“Estoy pagando la Inmaculada (NdR: un colegio privado en Bahía Blanca) para que mi hijo vaya a la escuela primaria, no para que le enseñen cuatro idiomas. Estoy pagando para que tenga clases, señora”. Era miércoles por la mañana, alguien lo filmó, subió el video a sus redes, pronto se hizo viral y desde entonces su teléfono no para de sonar.
“Me llamaban periodistas de todo el país y no me veía”, cuenta ahora Clarín-, pero cada vez que alguien me va a poner al aire ponen el video, y me escucho. No me gusta escucharme. Ese día, a las 5:20 de la tarde, cuando fui a buscar a mi hijo a la escuela, me enviaron todo tipo de mensajes, de gente hablando, de políticos hablando del tema. Me emocioné y empecé a llorar, porque se está hablando del tema.«.
Guillermo tiene 48 años, está separado y es padre de dos niños, de 9 y 13 años. Después de muchos años de gastronomía, es dueño de tres camionetas con las que montó una empresa de carga. Cursa 7° grado y, dice, quiere que sus hijos “tengan la oportunidad de estudiar la carrera que elijan. Mi 7º grado ha terminado la escuela secundaria ahora. No está acostumbrado a trabajar más que de cajero, sin desmerecer a nadie, por favor entiéndalo».
«El futuro de los chicos es el futuro del país. De ahí vienen los líderes del mañana. ¿Queremos seguir teniendo líderes que no saben hablar inglés?, ¿Queremos seguir teniendo líderes que digan haiga?, se me ocurre ahora, no lo digo contra nadie. No tengo ninguna garantía de que alguien ilustrado sea menos hijo de puta, pero supongo que con mas conocimiento es mas dificil que te caguen«.
Fue por las reiteradas huelgas que reaccionó en la reunión de este miércoles, pero su preocupación por la educación de sus hijos empezó mucho antes. Cuando el menor de ellos estaba en tercer grado, decidió contratar a un profesor para que le diera clases particulares dos veces por semana. Ella notó que el pequeño «no entendía los textos», lo que llevó a su padre a preguntar en la escuela. La respuesta que le dieron no lo satisfizo; ella lo cambió de escuela.
“Sin ser católico, a un religioso, subvencionado”, apunta. Luego, tuvo que darle un profesor particular pero diario para emparejarlo con sus compañeros. Hoy, dice el padre, va bien: “Solo que no tiene clases, tiene paro”.
Después de las consecuencias, Sierra convocó a reunión en plaza Rivadavia, en el centro de Bahía Blanca, “con un enfoque apolítico y el objetivo de promover un espacio de diálogo constructivo y de unidad en torno a la importancia de garantizar una educación de calidad para nuestros niños”. Con una movilización, sin bloqueo de calles, y una marcha de padres autoconvocados, se llevó a cabo en la mañana de este sábado. Había muchachos de bata blanca, pusieron carteles pidiendo educación, cantaron el Himno Nacional.
Florencia, una de las madres que creó un grupo para limpiar la escuela de su hijo, dijo que junto con otros padres limpiaron la Escuela 39 y anticipó que el próximo martes serán recibidos por el director provincial de Consejos Escolares, Alejandro Perrone: “Tenemos que resolver lo que está pasando. Me contestaron y el martes nos van a recibir”, dijo la mujer.
«Eso el primer paso son los chicos en las escuelas, entonces acompañamos a todos, por eso le pedimos al gremio el compromiso nacional de 10 días de colegios, sin huelgas, como debe ser. No podemos perder un día más”, pidió Sierra, quien propone “ceder un poco, negociar es ceder, y si hay voluntad siempre se resuelve”.
Como se había solicitado previamente, a la marcha en la plaza no acudió ningún político, aunque algunos -que no mencionó- intentaron ir a por la foto. “No, tienen la Legislatura para hacer algo. Creo en la política para resolver, en la democracia, pero no en los políticos.«.
Por si acaso, porque sabe que tal exhibición -y ya hubo quienes le enviaron un mensaje- lo pone en la mira de la política, en la plaza aclaró: “Estamos aquí por amor a nuestros hijos, Si me ves en el Consejo mañana pidiendo una votación, escúpeme en la cara.«.
¿Qué crees que va a pasar ahora? – lo consultó Clarín.
-No me gusta usar palabras de guerra, pero ya lo dije: se ganó una pequeña batalla, porque están hablando de educación. Ahora me gustaría que se pensara en la educación como un servicio esencial, como lo es la policía. Me preguntaba todos los días, ¿por qué no es así?».
AS
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Fuente: Titulares.com