Estaban destinados a los millonarios más ricos de China. Palacios con pisos de mármol y candelabros en los techos. Hoy es un pueblo fantasma.
En las afueras de la ciudad china de Shenyang, con casi 9 millones de habitantes, se encuentra un pueblo fantasma único en el mundo. Está compuesto por 250 mansiones de lujo, hoy habitadas solo por vacas y maleza.
Estos días la quiebra en Estados Unidos de la inmobiliaria china Evergrande ha sido noticia, y no ha sido la única. El mercado de la construcción en China está en recesión.
La burbuja inmobiliaria china comenzó hace más de una década. Pero la crisis económica que sufre el país ha provocado el cierre de numerosas constructoras, que habían construido por encima de sus posibilidades.
El pueblo fantasma de las 250 mansiones
Todo comenzó en 2010, en el apogeo del auge de la construcción en China. El gigante Greenland Group lanzó el proyecto State Guest Mansions, con el objetivo de construir 250 palacios dignos de un rey, en las afueras de Shenyang.
El objetivo era venderlos a multimillonarios jubilados chinos. Un retiro verdaderamente lujoso.
Las mansiones de estilo francés tenían todo tipo de lujos. Desde pisos de mármol hasta amplias escaleras interiores, candelabros de techo y amplios jardines.
Ocho años después, en 2018, estas enormes casas para ricos estaban completamente terminadas. Pero nunca salieron a la venta. La constructora no ofreció ninguna explicación, y desde entonces estos lujosos palacios permanecen abandonados.
Ahora han sido tomados por algunos agricultores.que han convertido sus calles y jardines en plantaciones, y utilizan los espaciosos interiores de las casonas como establos para el ganadocomo se puede ver en este video:
Según cuenta France24, los habitantes de la zona creen que la corrupción tiene la culpabien asentado en el mercado inmobiliario, que habría acabado con los fondos antes de poder instalar agua y electricidad.
Con la crisis que atraviesa el sector inmobiliario en China, Es poco probable que estas 250 mansiones abandonadas, convertidas en un pueblo fantasma, sean rehabilitadas. Una muestra del exceso en los buenos tiempos, que pasará a la historia.