Es un gobierno de mentirosos, son filibusteros y el ADN que los gobierna es para beneficiarse a costa del pueblo. No les creo y estoy seguro que están absolutamente noqueados y sin reacción.
Saben gobernar solo con dinero, y en situaciones complicadas recurren al autoritarismo y al victimismo.
Este gobierno, el de Alberto Fernández, es también inútil e ineficaz, un combo perfecto para destruir un país, seguramente uno de los más ricos del mundo, pero manejado por el peronismo durante mucho tiempo, mal manejado, saqueado y bastardo. Solo el peronismo puede hacerlo y nunca se hará cargo.
Si alguien piensa que nos va a sacar, está equivocado, no sabe cómo hacerlo, no está capacitado.
El gobierno está en una situación terminal, nadie confía en ellos, el crédito del pueblo se ha acabado, el de los organismos internacionales de préstamo lo perdieron hace mucho tiempo, ahora hasta su propia gente se ha dado cuenta de su incapacidad.
Apuestan a que los campesinos liquidarán los granos en un dólar que no llega a los 100 pesos cuando la blue está muy cerca de los $350, puerilidad propia de un grupo de incompetentes al frente de una nación.
Implementaron un dólar turístico donde los extranjeros que llegan al país y quieren pasear y conocer, primero tienen que ir a un banco a hacer trámites burocráticos para supuestamente depositar dólares por un valor cercano a los $300, cuando en la puerta del hoteles los “arbolitos” le dan casi $350 y sin ningún papeleo. Una locura propia de gobiernos comunistas decadentes como el de Cuba, otra locura más de esta pandilla de inútiles.
Se les acabó el tiempo, es hora de activar los mecanismos constitucionales para enderezar el rumbo de esta Argentina. Esto no es ser destituyente, ni mucho menos, es velar por los intereses de una nación que se va al precipicio a pasos agigantados y nadie hace nada.
Alfonsín se fue seis meses antes, De la Rúa renunció cuando vio que la democracia estaba en peligro, me pregunto por qué no se van a ir o adelantar las elecciones cuando están mucho peor, también son corruptos. No olvidemos que tenemos un presidente que tuvo que arreglar sus líos con dinero, un verdadero inmoral, un delincuente que en cualquier otro país hubiera tenido un juicio político y encima fuera condenado por la justicia, en Argentina es sigue siendo presidente y sigue destruyendo la nación.
Seguramente ha llegado el momento de repensar el rol de jefe de gabinete ideado por Alfonsín y un día impulsar un cambio constitucional. Argentina no puede continuar con este sistema presidencial que nos hace prisioneros de incapaces e inútiles. Hay que pensar si la figura del primer ministro no es la solución. Si tuviéramos un primer ministro, este sería el fusible necesario para cambiar al capitán del barco cuando comience a desviarse.
El gobierno no da para más y los argentinos tenemos que seguir viviendo, no podemos esperar a que los inútiles se decidan a hacer algo que seguramente será inútil.
Se tienen que ir, no pueden seguir sufriendo. Repito, hay mecanismos constitucionales y pedir eso no es golpista ni destituyente, es buscar una salida a una situación casi desesperada.
El barco va a la deriva y el peor capitán nos conduce, no hay forma de revertir el susto que nos afectará a todos, deben tener piedad y amortiguar el impacto, al menos en eso no son tan inútiles.
Fuente: diariocordoba.com.ar