**El Filete Porteño: Un Arte Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad**
En la Ciudad de Buenos Aires, a finales del siglo XIX, nació un arte que ha perdurado hasta nuestros días: el filete o filetado. En 2015, la UNESCO reconoció su importancia al declararlo como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. Sin embargo, para Darío Rego, reconocido artista del filete, esta técnica representa mucho más que un simple arte, es una forma de vivir y una pasión que busca acercar al siglo XXI.
Según Rego, el filete no está aislado de otras expresiones artísticas, es una construcción popular con más de 100 años de historia. Para él, el filete es parte de la identidad y cultura de los argentinos, y representa a la Ciudad de Buenos Aires y al país en el mundo. Con esta convicción, Darío ha emprendido un ambicioso proyecto en redes sociales para dar a conocer su trabajo a nivel global.
El objetivo de Rego es acercar el filete a aquellos que no lo conocen como un arte propiamente dicho. A través de sus muestras anuales y reuniones de fileteadores, esta práctica ha experimentado un crecimiento exponencial, a pesar de haber estado al borde de la extinción en la década de 1990. El proyecto de Darío ha permitido que miles de argentinos y extranjeros descubran el filete porteño.
El reconocimiento del filete como patrimonio cultural ha impulsado su preservación y difusión. En la década de 1970, el fileteado en los colectivos fue prohibido por el gobierno de María Estela Martínez de Perón, lo que sumado a la crisis económica afectó a los fileteadores. Sin embargo, este arte popular encontró nuevos espacios en la decoración de objetos, el lenguaje publicitario y el bodypainting, entre otros.
Hoy en día, los maestros fileteadores y artistas buscan revivir y revalorizar esta forma de arte. El filete ha dejado de ser exclusivo de los colectivos porteños y ha migrado a otros ámbitos como la cartelería comercial y el diseño de interiores. Los colectivos fileteados siguen siendo un clásico argentino, pero el filete ha trascendido las fronteras del país y se ha convertido en un símbolo de identidad porteña reconocido en todo el mundo.
El filete porteño es más que un simple arte, es parte de la historia y cultura de los argentinos. Darío Rego busca transmitir esta pasión a través de sus obras, especialmente a las nuevas generaciones. Su enfoque contemporáneo busca captar la atención visual y despertar el interés de los más jóvenes. El filete no es solo parte del pasado, sino que vive en el presente y representa una expresión artística auténtica y vigente.
En resumen, el filete porteño es un arte que ha perdurado a lo largo de los años y ha sido reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. Darío Rego, destacado artista del filete, busca difundir esta expresión artística y transmitir su pasión a las nuevas generaciones. El filete no solo representa la identidad porteña, sino que es un legado cultural que trasciende fronteras y se mantiene vigente en el siglo XXI.