Rodrigo de Loredo luce inmutable ante los nuevos crujidos de la fina pátina sobre la que se insiste la construcción de una versión cordobesa de Juntos por el Cambio (JxC). Aunque sus formas suelen ajustarse a la moderación, en claro contraste con su compañero y rival Luis Juez, ante las recientes polémicas el diputado radical ha acentuado un perfil de discreción que posibilita lecturas que trascienden lo coyuntural. En particular las que mantienen la vigencia de un acuerdo entre Mauricio Macri y Juan Schiaretti para que el peronismo cordobés siga gobernando la provincia.
Desde que se conoció hace dos semanas la reunión entre el líder del PRO y el candidato a gobernador por Hacemos por Córdoba (HxC), el extitular de ARSAT ha evitado cualquier referencia a aquel encuentro entre el delfín Schiaretti y el expresidente, quien se ha convertido en su principal partidario dentro de la coalición. Su silencio contrasta con la polémica suscitada por tal encuentro y con los renovados recelos sobre la voluntad de triunfar en estas tierras del referente amarillo.
Tal silencio es percibido como conveniente por referentes del macrismo, quienes destacan la cercanía evidenciada entre el expresidente y el líder radical. El mes pasado, Macri recibió a De Loredo en reuniones separadas, a quien correspondió con mensajes relevantes en las redes sociales. A principios de septiembre, el ingeniero ya había ofrecido desbloquear la realización de elecciones internas para dirimir las candidaturas de la alianza para 2023.
Por ello, ubican al líder amarillo como el principal apoyo, no solo político, con el que puede contar el candidato a gobernador. “Ella es su referente a nivel nacional. Si condena el partido, termina cuestionando a Mauricio, que es el apoyo que necesita para la batalla que se avecina. El radicalismo tiene referentes, pero los candidatos que miden son del PRO. Además, sabe que no tiene tantos bancos dentro de la UCR. Así que no tiene otra opción”, especulan voces amarillas.
Por ello, ubican al líder amarillo como el principal apoyo, no solo político, con el que puede contar el candidato a gobernador. “Ella es su referente a nivel nacional. Si condena el partido, termina cuestionando a Mauricio, que es el apoyo que necesita para la batalla que se avecina. El radicalismo tiene referentes, pero los candidatos que miden son del PRO. Además, sabe que no tiene tantos bancos dentro de la UCR. Así que no tiene otra opción”, especulan voces amarillas.
Paralelamente, referentes de la fiesta del centenario renuevan las sospechas en torno a las obras de teatro de De Loredo. “Se mantiene al margen de todo. Se ve que no quiere pelear con nadie. Por el contrario, observa cómo los demás se desgastan en una pelea que aún no ha comenzado, pero que ya está afectada. Gana sin moverse”, interpreta una voz de boina blanca.
La desconfianza se extiende por el mismo camino que conduce al Panal. Otros socios del canje refrescan la vigencia de un acuerdo entre el peronismo cordobés y un sector del radicalismo. Tal pacto tendría el propósito de garantizar la continuidad de HxC en el gobierno a cambio de dejar la administración en manos de la UCR. Aunque el deloredismo ratificó su decisión de ir a por el premio mayor, la hipótesis no ha dejado de circular aún en algunos sectores incrédulos de la boina blanca.
«El enemigo»
Todos y cada uno de los movimientos del candidato radical repercuten en el camino seguido por Judge. Líder desde hace meses en el ranking de aspirantes de la oposición cordobesa, el senador navega por una sucesión de turbulencias que podrían afectar sus posibilidades de alcanzar la candidatura espacial.
Por un lado, ha tenido que enfrentarse a cuestiones derivadas de su típica locuacidad. En pocas semanas, una serie de declaraciones reprochables sobre la democracia y la sociedad argentina tuvo un impacto que incomodó a los locales y ahuyentó a los extraños.
Por otro lado, sufre un proceso de erosión por fricción en una interna cada vez menos maquillada. Mientras una parte de los socios de JxC le reprocha el retraso en la aprobación de un reglamento que especifica las reglas para definir las candidaturas, otra parte parece provocarle a alimentar esa incontinencia. En esa vereda está el propio Macri, con quien la relación ha retomado una distancia propia de los que desconfían. En su última visita, el expresidente no solo ratificó su disgusto por el líder cordobés: desde entonces ha profundizado sus vínculos con De Loredo.
Harto, Judge lo acusa directamente de “hablar con el enemigo”, mientras deposita sus expectativas en el apoyo que le puedan brindar Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich, quienes han manifestado públicamente su deseo de que JxC gane la gubernatura de la provincia.
Sin participar públicamente en el baile de la especulación, De Loredo sigue sumando adeptos a su intento. La semana pasada su rostro apareció en varios carteles colocados en distintas localidades, acompañado de aquellos alcaldes radicales que ya han profesado su fe. Como entonces, no había ninguna explicación al respecto. Sólo silencio y atención a las interpretaciones.
Fuente: Letra P. Nota Luis ZEGARRA
Fuente: diariocordoba.com.ar