**Escándalo de corrupción sacude al gobierno portugués y lleva a la renuncia del primer ministro Antonio Costa**
El primer ministro portugués, el socialista **Antonio Costa**, presentó este martes su renuncia tras ser salpicado por un escándalo de corrupción relacionado con negocios de litio e hidrógeno verde. El mandatario, Marcelo Rebelo de Sousa, aceptó la dimisión.
Costa anunció su renuncia después de que la fiscalía inculpara a uno de sus ministros y a su jefe de gabinete en el marco de una investigación por supuestas irregularidades en la gestión de proyectos energéticos. Estaba en el poder desde 2015.
**De qué se trata el escándalo de corrupción que golpeó al gobierno de Portugal**
La investigación está relacionada con sospechas de “malversación, corrupción activa y pasiva de cargos públicos y tráfico de influencia” en la atribución de concesiones para minas de litio y de producción de hidrógeno.
La Fiscalía portuguesa allanó este martes varios ministerios y la residencia del primer ministro y dio parte de la imputación del ministro de Infraestructuras, **Joao Galamba**. Además, señaló que “el nombre y la autoridad del primer ministro fueron mencionados por los sospechosos”.
Según la acusación, Costa habría intervenido “para desbloquear expedientes”. Las denuncias serán examinadas en una investigación independiente.
En tanto, la justicia decretó la detención del jefe de gabinete, el alcalde de Sines y dos directivos de Start Canpus, un centro de procesamiento de datos, debido al “riesgo de fuga” y a que persista “la actividad delictiva”.
El presidente del consejo directivo de la Agencia Portuguesa para la Protección del Medioambiente (APA) también está siendo investigado. La APA anunció en septiembre su visto bueno, con condiciones, a un segundo proyecto minero para la explotación de litio en Portugal.
Portugal tiene las mayores reservas de litio de Europa, pero ONGs ambientalistas y parte de la población local se opone a los proyectos mineros.
**El antecedente del escándalo de la aerolínea estatal TAP**
No es el primer caso de corrupción que afecta al gobierno de Costa. El más sonado fue el que afectó a la aerolínea estatal TAP que llevó a la renuncia de una decena de ministros y subsecretarios.
El escándalo, conocido en los medios como “TAPgate”, estalló hace casi un año después de que trascendió que una directiva de la aerolínea cobró una indemnización de 500.000 euros. Después, la ejecutiva asumió la dirección de la empresa pública encargada del control aéreo y a continuación fue nombrada secretaria de Estado del Tesoro.
La dimisión de Antonio Costa ha generado un fuerte impacto en la política portuguesa y ha abierto el camino a elecciones anticipadas. El pueblo portugués espera que se esclarezca totalmente el escándalo de corrupción y que se tomen medidas para evitar futuros casos similares que afecten la integridad de los cargos públicos.