Los trabajos relacionados con la programación y el desarrollo de software y aplicaciones tienen cada vez más adeptos por varios motivos: uno de ellos son los altos salarios que se están pagando en este sector, y también los beneficios laborales que se pueden obtener
Pero hay un problema de fondo: la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi) señaló el año pasado que el sector no cubría la 15 mil vacantes existentes. Hay trabajo pero faltan profesionales para llevarlo a cabo.
Una cuestión clave es que la formación de calidad en esta área suele ser costosa y muchas personas no pueden acceder a ella.. Para responder a esta situación, varios startups y academias con diferentes propuestas, como estudiar programación y desarrollo sin pagar durante la formación y solo cuando el egresado consigue trabajo empieza a pagar las clases. Aun así, al recibir los sueldos de $ 1,000 en promediosus ingresos siguen siendo superiores a la media.
A continuación, te mostramos tres startups que te dan la oportunidad de capacitarte sin pagar.
Henry, a coste inicial cero
Él La startup argentina Henry cerró su Serie A de inversiones por US$10 millones. Es una academia que ofrece carreras de programación a costo cero inicial y los estudiantes empiezan a pagar por su formación sólo cuando consiguen un trabajo. “Esta ronda acelera el crecimiento de la empresa y nos permite abarcar más mercados dentro de América Latina”, dijo a Forbes Argentina Martin Borchardt, fundador de Henry.
Hay trabajo pero faltan profesionales para llevarlo a cabo
El modelo de Henry destaca porque sólo cuando los estudiantes consiguen trabajo en el sector empiezan a pagar su formación.. “El salario tiene que superar 500 dolares al mes, que suele superarlo. Una vez que lo obtienen, hacemos una factura mensual del 15% de sus ingresos. Esto es por dos años o hasta llegar a los cuatro mil dólares. Cuando se alcanza esa suma, el contrato se cancela», dice Borchardt.
En esa línea, el fundador de Henry comenta que el salario inicial promedio para los graduados es de $1,200. “Pero varía mucho. Si te contratan de Estados Unidos o Canadá, son $1.700. Y si es en Argentina, son $1.100”, dice. Y concluye sobre este tema: “Lo interesante es que aumenta muy rápido. Por los datos que vemos, al año ya puede superar los dos mil dólares”.
Henry ofrece dos carreras de inserción laboral cortas, intensas y rápidas: Full Stack Development y Data Science. Con una modalidad 100% digital y en vivo, los nuevos talentos logran convertirse en programadores y científicos de datos para darle un giro de 180° a sus vidas. El entrenamiento es intensivo ya que dura 4 meses. Los planes de estudio incluyen más de 800 horas de código y están diseñados en conjunto con líderes y expertos del ecosistema tecnológico.
Flevo, una startup con modalidad de préstamo
A la fecha, es la única (y primera) empresa argentina financiada por 17Sigma, el fondo de inversión de Pierpaolo Barbieri que busca promover nuevas empresas tecnológicas en América Latina que se encuentran en su fase inicial de crecimiento. “Es un honor increíble ser los únicos de Argentina elegidos por 17Sigma. Esperamos que sean muchos más”, dijo a Forbes Argentina Matías Cohen, fundador de Flevo.
La empresa emplea a once personas y opera en toda América Latina. Ya ha financiado a 200 alumnos y prevé superar los 5.000 créditos a finales de año. Sus fundadores, Matías, Antonio Fridman, Agustina Michelena y Alex Schwartz, tienen entre 28 y 35 años y quieren cambiar el paradigma de la educación no tradicional en la región.
En cuanto a la modalidad de préstamos para estudiantes, Flevo ofrece múltiples opciones adaptadas a las necesidades de cada estudiante. Para determinar el plan de pago, la empresa recopila información sobre el estudiante, enfocándose en qué habilidades adquirirá y cuál será su potencial futuro.
Se crearon varias startups y academias con distintas propuestas para que los jóvenes accedieran a la carrera
Él financiación Tiene diferentes modalidades: plan de pago diferido, cuotas y convenios de participación en los ingresos futuros del estudiante. Para lograr el mayor impacto posible, Flevo tiene como objetivo empoderar a la fuerza laboral de la industria tecnológica. “En este sector, el salario inicial está entre US$800 y US$1.000. Y con una proyección a futuro muy importante”, explican desde Flevo a Forbes.
A Microverse no se le paga hasta que consigue un trabajo.
Microverse es una escuela de programación internacional fundada por el mendocino Ariel Camus. Quienes ingresan deben dedicarse exclusivamente a las clases ya que son de lunes a viernes y tienen una duración de ocho horas en promedio.
“En total son 10 meses y le pedimos a los que ingresan poder dedicarse en exclusiva. Es una apuesta porque durante ese tiempo uno tiene que buscar la forma de sostenerse económicamente, pero luego se ven los resultados porque los alumnos obtienen trabajos con salarios altos», explicó. Nicolás Kneler, gerente regional para Latinoamérica de Microverse.
Una de las características del programa es que durante todo ese tiempo no hay pago por la educación recibida. No importa de dónde sea la persona, el costo de entrada es cero y se mantiene así durante todo el proceso. Eso no significa que sea gratuito ya que tiene un valor total de 15 mil dólares pero se paga una vez obtenido el empleo. “Pagas el 15% de un salario superior a los mil dólares y en promedio los estudiantes tardan entre 3 y 4 años en hacerlo”, dijo Kneler.
La startup comenzó en 2017 con 10 estudiantes y un equipo remoto de 12 personas de Asia, África, Europa y América. Hoy cuenta con más de 1.000 alumnos en más de 130 países y persigue el objetivo de formar y conectar a más de 1 millón de programadores con trabajos remotos para 2030.
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Fuente: iprofesional.com