El Departamento del Tesoro de EE. UU. ha anunciado nuevas restricciones contra la economía rusa para castigar a Moscú tras la guerra en Ucrania, y desde este martes prohibirá la compra de deuda rusa en el mercado secundario.
Un portavoz de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), parte del Departamento del Tesoro de EE. UU., informó que las únicas opciones que les quedan a quienes invierten en deuda rusa es conservarla o venderla.
«Es probable que nadie compre la deuda, pero sigue siendo una buena política dejar que la gente se deshaga de ella si puede, en lugar de dejarla inmediatamente con un activo sin valor», dijo Brian O’Toole, exasesor de la OFAC.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha pedido a los países occidentales que asignen «más armas pesadas al estilo de la OTAN» para defenderse de la superioridad militar de Rusia.
“Cientos de miles de valientes ucranianos están luchando contra el ejército ruso. Necesitamos equiparlos adecuadamente para superar la enorme ventaja de Rusia en artillería”, dijo Kuleba.
El Ministerio de Exteriores de Ucrania ha compartido a través de Twitter el llamado de alerta de su jefe, quien asegura que sus tropas necesitan «con urgencia» nuevos sistemas de defensa, armamento y equipamiento de primer nivel «para hacer retroceder a los rusos».
El Gobierno de Moscú tiene cautivos a unos 2.500 militares que fueron hechos prisioneros en la acería de Azovstal, en la ciudad costera ucraniana de Mariupol, cuando la ciudad estaba completamente ocupada por los rusos, según ha informado el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky.
En un encuentro con periodistas que reprodujeron medios locales ucranianos, Zelensky reconoció, sin embargo, que es difícil cuantificar con exactitud el número de soldados que fueron capturados en la acería, luego de soportar el bloqueo y los bombardeos rusos durante semanas.
«En cuanto a los presos, hay más de 2.500. Es difícil decir con más precisión. Esta no es la cantidad de personas que abandonaron Azovstal cuando estábamos involucrados en este proceso», dijo el presidente ucraniano.
Las alarmas saltaron en Kyiv durante la madrugada del domingo. Y es que, tras varias semanas de tensa calma, Moscú volvió a poner en el punto de mira a la capital ucraniana. «Varias explosiones en los distritos de Darnytsky y Dniprovsky. Los servicios las están apagando», fue el mensaje de Vitali Klitschko, alcalde de Kyiv.
El ataque ruso fue detenido minutos después por el Estado Mayor del Ejército, quien señaló que “el agresor continúa lanzando misiles y realizando ataques aéreos contra la infraestructura militar y civil de nuestro país, especialmente en Kyiv.
Pasado el horario, los servicios de emergencia decidieron trasladarse a los lugares afectados. En el primer balance que el propio Klitschko sí descartó víctimas mortales y solo mencionó a un herido.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aterrizó este martes en Turquía para avanzar en las negociaciones de paz con Ucrania, que llevaban días abandonadas a la espera de su reanudación.
Según el Departamento de Relaciones Exteriores de Rusia, Lavrov y su homólogo turco, Mevlut Cavusolglu, «intercambiarán puntos de vista sobre la crisis de Ucrania y las perspectivas de reanudación de las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania».
Ankara ya había destacado hace unas horas los importantes avances en la consecución de un alto el fuego entre Kyiv y Moscú, aunque no se han dado más detalles sobre la exportación de cereales y trigo que permitiría el Kremlin con la mediación turca.
Cientos de civiles que huyen de las zonas residenciales de Severodonetsk se están refugiando en la planta química de Azot, que ya alberga a unos 800 refugiados, según los propietarios de la fábrica.
Este complejo está sirviendo de refugio contra los intensos combates entre Ucrania y Rusia en la estratégica ciudad, donde «se encuentran unos 200 de los 3.000 empleados de la fábrica y unos 600 residentes de Severodonetsk», explica la dirección del sitio.
Más allá de la alta concentración de civiles y familias desarmados, también es muy peligrosa la presencia de «productos químicos altamente explosivos que aún se encuentran en el lugar» y que podrían liberarse en caso de que caigan proyectiles sobre la fábrica.
El avance ruso sobre Severodonetsk y la retirada de cientos de civiles a la planta química recuerdan las semanas de sufrimiento que tuvo que pasar la resistencia en la fábrica Azovstal de Mariupol
Tropas ucranianas se han enfrentado con soldados rusos en la ciudad industrial de Severodonetsk, según el presidente Volodymyr Zelenskiy, en lo que constituye una batalla crucial en el intento del Kremlin de controlar la región oriental de Donbass.
Severodonetsk se ha convertido en el objetivo principal de la ofensiva de Rusia en Donbass, que incluye las provincias de Lugansk y Donetsk, mientras la invasión avanza en una guerra de desgaste que ha dejado ciudades arrasadas por los bombardeos de artillería.
«En la ciudad continúan los feroces combates callejeros», dijo el presidente ucraniano. “Nos superan en número, son más poderosos”, dijo Zelensky a los periodistas en una conferencia de prensa. Pero las fuerzas ucranianas tienen «todas las posibilidades» de contraatacar, agregó.
Buenos días y bienvenidos a un nuevo día en el que os iremos informando de todas las novedades relacionadas con el conflicto entre Rusia y Ucrania.