william campbelldirector de la Fundación Ayuda en Acción, explicó que el resultado de 2022 implica que Perú ha empeorado en la ingesta de calorías; desnutrición crónica y aguda, así como la mortalidad infantil en niños menores de cinco años.
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“Han pasado diez años y no hemos mejorado, Más bien hemos empeorado y los logros obtenidos prácticamente se han desperdiciado por la crisis política, la falta de fertilizantes. En realidad, por las continuas crisis que están generando más desnutrición crónica, mortalidad infantil y menor consumo de alimentos”afirmó.
“Estamos atrapados en el nivel de hambre”, subrayó a administración.
Ica, Lambayeque, Madre de Dios, San Martín, Tacna y Moquegua aparecen como las regiones con menor incidencia de hambre en el país, por diversas razones, es decir, con un puntaje menor a 20 lo que implica una mejor posición.
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Esto se explica -dijo el especialista- por el auge agroexportador, el fortalecimiento de la producción agroindustrial, el desarrollo económico o el potencial minero.
Una situación adversa y totalmente diferente es la de siete regiones cuyo puntaje es mayor a 20 clasificadas como “graves”. Estos son Apurímac, Huancavelica, Ayacucho, Loreto, Huánuco, Puno y Ucayali. (Ve la tabla)
“Estas regiones se encuentran en una situación grave. En cada uno de estos departamentos vemos un constante deterioro de la situación del hambre, que no solo es consecuencia de la pandemia sino también por la ausencia de políticas públicas que hayan impulsado el desarrollo y hayan enfrentado esta situación”, puntiagudo.
Lo que se avecina para el especialista es particularmente preocupante porque -señaló- no hay visos de enfrentar la emergencia alimentaria que podría terminar en crisis.
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“Lo que tenemos es que el próximo año, en el mejor de los escenarios seguirá y en el peor, empeorará. Si bien el presupuesto 2023 muestra aumentos en ciertos rubros, no necesariamente son rubros que aborden la falta de hambre. ¿Dónde está el presupuesto del Midis para ollas comunes? ¿Dónde están los programas o planes para mejorar la alimentación de estas 7 regiones con altos índices de desnutrición? no los conocemos«, señaló.
“Hay situaciones que nos hacen ver un panorama sombrío y complicado en el que se deben tomar decisiones inmediatas. Con mucha preocupación vemos que esto no pasará en el 2023 por la coyuntura política que atravesamos y el ingreso de nuevas autoridades regionales”, gráfico.
Otro punto que muestra el IGH es la situación de Lima, que si bien no es “grave”, sí muestra vulnerabilidad ante la falta de alimentos por la informalidad laboral generalizada de su población económicamente activa, agudizada por la migración venezolana.
“Con la llegada de la pandemia, los ingresos obviamente se paralizaron, generando impactos directos en la economía familiar y la seguridad alimentaria de sus integrantes. Esta fragilidad laboral sigue condicionando la recuperación económica y alimentaria«, señaló.
los Índice Global del Hambre en Perú (IGH) -que se viene elaborando desde 2006- fue presentado por las organizaciones miembros de la red Alliance2015. Estos son la Fundación Ayuda en Acción, Cesvi Fondazione Onlus, HELVETAS Swiss Intercooperation y Welthungerhilfe
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