En Hacemos por Nuestro País, la fuerza que lidera Juan Schiaretti, están concentrados en las elecciones del domingo y lo que viene después «ya se verá». No habrá apoyos abiertos, ni negociaciones de cargos con Javier Milei, a quien se considera ganador; mucho menos con Sergio Massa a quien le desean la peor de las derrotas. Mantener la neutralidad de Córdoba es el lema para sentarse a conversar sin condiciones con el gobierno “que viene”, desde un rol que buscará encarnar una nueva renovación del peronismo a nivel nacional. Para eso hay que ser musculoso y en política no hay mejor anabólico que los votos, pero cuidando de reciclar los contactos aceitados que la situación invitaba a hacer una pausa.
En el schiarettismo confían en que el espacio pueda convertirse en la sorpresa de la elección. Naturalmente, no imaginan un resultado que meta al cordobés en una segunda vuelta, pero sí un crecimiento que podría ser superior al del resto de los candidatos, respecto a las PASO. A partir de eso, el espacio espera abandonar la proclama para tomar acción y pedir pistas en la mesa de discusión que marcará el país venidero.
Seguro de que Milei terminará sentado en la banca de Rivadavia, en primera o segunda vuelta, quienes rodean al gobernador de Córdoba observan el papel jugado en la campaña peronista por algunos de los dirigentes provinciales con los que Schiaretti intentó construir su alternativa federal. y auguran un retorno a las «conversaciones» una vez finalizado el proceso electoral.
Juan Manuel Urtubey, Omar Perotti, Sergio Uñac y Gustavo Bordet son los nombres que se repiten pensando en lo que viene. Tres son gobernadores, dos ya perdieron las elecciones en manos de la oposición, Santa Fe y San Juan. Entre Ríos define el domingo. La situación y las apuestas políticas jugaron su papel, pero lo cierto es que el candidato a gobernador no abandona su idea de la necesidad de formar un gobierno de unidad para enfrentar la crisis argentina.
“Eligieron quedarse donde estaban y no se atrevieron a dar el salto necesario. Juan siempre dijo que llegaría hasta el final”, deslizan en el entorno de la presidencial del HxNP, donde también arriesgan asegurar que la suerte de Horacio Rodríguez Larreta hubiera sido otra si el acuerdo con Schiaretti saliera adelante. Ucronías en época de engorde.
En el plan original que también despeja cualquier posibilidad de diálogo con Massa de cara a una eventual segunda vuelta, el entorno de Schiaretti también tiene una posición similar por parte del gobernador electo, Martín Llaryora. Como ya dijo Letra P, le pone una condición fatal a las conversaciones con el Ministro de Economía.
“Hay que acabar con el kirchnerismo”, dicen, sabiendo que eso no sucederá hasta que las elecciones estén totalmente definidas. “No hay que rifarse todo por un apoyo que no garantiza nada, hace 25 años que Córdoba no recibe un solo peso de la Nación y la provincia sigue funcionando”, dicen repitiendo un concepto que tiene mucho de estratégico. eslogan y al menos un escaño cuestionable. concreto en la realidad.
El empujón final
Schiaretti y Florencio Randazzo afrontan el sprint final de campaña concentrados en sus tramas favoritas. Córdoba, Santa Fe y la provincia de Buenos Aires serán los escenarios centrales de la gira de los candidatos peronistas rebeldes. Diego Bossio sumará el suyo desde la Ciudad de Buenos Aires y los referentes en la carrera en otras siete provincias empujarán para no perder el impulso de las últimas semanas.
En el sprint final que finalizará el jueves con un evento en el Quality Espacio de la ciudad de Córdoba, Schiaretti se enfrentará este miércoles a Alejandro Fantino.
El periodista convertido en una especie de líder de opinión y nombrado por el propio Milei como uno de los que “lo apoyaron desde el principio”, quien se reconoce amigo de Llaryora, tiene muy buena imagen del cordobés. Compartieron un breve encuentro uno a uno en la reunión que CAME organizó hace semanas y allí, él se llenó de elogios. “¿Puedes explicarme Juan por qué un líder como tú y tu carrera no mide 30 o 35 puntos?” Comenzó esa conversación en la que Schiaretti confirmó que jugaba en casa. La charla finalizó con el gobernador hablando de la fórmula para preparar fernet con coca.
El equipo del líder cordobés analiza que desde el primer domingo de octubre todo ha sido ganancia para Schiaretti y su equipo. Entienden que las horas previas a las elecciones son cruciales para la definición del voto y, por ello, las expectativas siguen altas.
Afirman no mirar las encuestas, o al menos no confiar demasiado en ellas, pero afirman que el gobernador puede canalizar un voto que exprese el enfado que alimenta el flujo de apoyo al candidato libertario pero desde una perspectiva más «seria y responsable». » opción.
Con el objetivo de las tres curules cordobesas entre ceja y ceja, el schiarettismo ajusta sus motores para la última semana de la campaña que logró llevar al modelo provincial a la instancia más importante de su historia. El 22 de octubre finalizará la carrera presidencial para gobernador, pero no el objetivo final de la ampliación de ese concepto de gestión que buscará ser parte transversal de las discusiones que se desarrollarán en Argentina a partir del 10 de diciembre.
Con información de Letra P, en nota de César Pucheta
Fuente: diariocordoba.com.ar