El Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU), Michelle BacheletDenunció este miércoles que China podría haber cometido «crímenes de lesa humanidad» debido a las políticas de detenciones arbitrarias masivas y los graves abusos que aplicaría a los uigures y otras minorías étnicas musulmanas.
En un informe, la entidad detalla las pruebas «creíbles» de las violaciones de derechos humanos que China habría llevado a cabo en la región noroccidental del país contra la minoría de confesión musulmana.
“El alcance de la detención arbitraria y discriminatoria de uigures y miembros de otros grupos predominantemente musulmanes puede constituir crímenes internacionales, en particular crímenes de lesa humanidad”, afirma el informe en sus conclusiones.
El documento indica que se habrían cometido «graves violaciones de los derechos humanos» en el contexto de la aplicación de estrategias antiterroristas y contra el «extremismo» aprobadas por la administración china en 2014. «La aplicación de estas estrategias y políticas asociadas en Xinjiang Región Administrativa Especial ha resultado en restricciones severas e indebidas en una amplia gama de derechos humanos”, dice.
“Estos patrones de restricciones se caracterizan por un componente discriminatorio, ya que los actos subyacentes a menudo afectan directa o indirectamente a los uigures y otras comunidades predominantemente musulmanas”, agrega.
Preocupación por las estrategias chinas
El organismo internacional también calificó estas estrategias chinas «antiterroristas» como algo «profundamente problemático» desde el punto de vista de los estándares internacionales, ya que contendrían «conceptos vagos, amplios y abiertos que dejan gran discrecionalidad a los funcionarios para interpretar y aplicar amplias facultades de investigación, prevención y coacción”.
Asimismo, “en un contexto de garantías limitadas y poca supervisión independiente”, tal marco habría conducido en la práctica a privaciones arbitrarias de libertad de gran escala de dichas minorías en los VETC (los llamados centros de educación y formación profesional).
En los VETC, centros de detención donde el régimen chino «reeduca» a los uigures, se ejemplificaría «un sistema de detención arbitrario con patrones de abuso», según el informe.
«El tratamiento de las personas detenidas en el llamado sistema VETC es igualmente preocupante; las denuncias de patrones de tortura o malos tratos, incluido el tratamiento médico forzado y las condiciones adversas de detención, son creíbles, al igual que los informes de incidentes, casos individuales de abuso sexual y violencia de género», argumenta.
El texto denuncia violaciones a los derechos reproductivos a través de la aplicación discriminatoria y la obligatoriedad de llevar a cabo políticas de planificación familiar y control de la natalidad.
Además, se habrían impuesto restricciones a la identidad y expresión religiosa, así como al derecho a la privacidad y la libre circulación.
«Además, hay evidencia de que los esquemas de trabajo y empleo con supuestos propósitos de alivio de la pobreza y prevención del ‘extremismo’, incluidos los relacionados con el sistema VET, pueden implicar elementos de coerción y discriminación por motivos religiosos y étnicos», dice el informe. agrega.
.
