La desaceleración de la inflación se vuelve crucial para Luis Caputo y su plan de «crawling peg» del 2% mensual. Sin embargo, el inicio de enero no pinta bien, con aumentos en transporte, medicina prepaga, colegios, alimentos y combustibles. ¿Podrá Caputo lograr su objetivo?
El arranque de enero no luce muy auspicioso para el ministro de Economía, Luis Caputo. Con una inflación de diciembre que cerró cerca del 30%, y con los alimentos más cerca del 35%, Caputo tiene la urgencia de mostrar un comienzo de año con una inflación en descenso. En el equipo oficial afirman que necesitan que a todos les quede claro que la dinámica de los precios se desacelera. Sin embargo, el panorama no parece alentador.
El transporte público ya ha comenzado con un ajuste del 40%, al igual que la medicina prepaga, que anunció aumentos de hasta 50%. Los colegios y universidades privadas también adelantaron nuevas cuotas con un 20% más arriba en enero. Además, las principales industrias de la alimentación mandarán nuevas listas de precios con remarcaciones de hasta 15% en los productos de la canasta básica. Incluso el precio de los combustibles tendrá un incremento debido a la suba del 30% en los biocombustibles y al fin del denominado «barril criollo», lo cual provocará que la referencia del crudo pase de u$s60 a u$s80.
Todos estos movimientos, sumados a la explosiva suba del dólar, ponen obstáculos en el camino de Caputo. Si la inflación no frena, el ministro no podrá cumplir con su objetivo de mantener un «crawling peg» del 2% mensual, lo que implicaría un atraso cambiario y una posible devaluación.
La última rueda cambiaria del mes fue una especie de «muestra gratis» de lo que puede venir en las próximas semanas. El fracaso en la licitación del bono Bopreal, apenas por u$s68 millones, fue interpretado por algunos bancos de Wall Street como una señal preocupante y limitante para la estrategia del ministro.
Además, la evolución inflacionaria en enero será clave. Si no se observa una clara desaceleración de los precios, la propuesta de Caputo de mantener un «crawling peg» del 2% mensual se verá dañada. El tipo de cambio real ya se encuentra en $640, según estimaciones de Salvador Vitelli, lo que indica un atraso cambiario.
Caputo está presionado para mostrar buenos resultados rápidamente y evitar un test cambiario con el inicio del nuevo año. Aunque el Banco Central ha acumulado dólares para sus reservas, la dinámica compradora se pudo lograr con la palanca de las importaciones cerrada. El desafío será sostener esta situación cuando el Gobierno empiece a liberar pagos a los importadores.
En cuanto a la inflación, los precios continúan en alza, lo que añade presión a la situación. Aunque en algunos sectores se observa una desinflación en dólares, en otros la inercia de incrementos sigue presente.
En resumen, el desafío de Caputo es lograr una desaceleración de la inflación y mantener un tipo de cambio estable. Sin embargo, el inicio de enero no parece favorecer su plan. Los aumentos en diferentes sectores y la falta de señales claras en la licitación del bono Bopreal generan preocupación en el mercado. Caputo necesita resultados rápidos para evitar un nuevo test cambiario y una posible devaluación.
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Aumentos en transporte, medicina prepaga, colegios, alimentos y combustibles ponen en aprietos a Luis Caputo y su objetivo de frenar la inflación. ¿Podrá lograrlo o habrá una nueva devaluación en el horizonte económico? #Inflación #Economía
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Con una inflación cercana al 30% en diciembre y aumentos en transporte, medicina prepaga y colegios, Caputo necesita mostrar una desaceleración de los precios en enero para cumplir con su objetivo. Sin embargo, si la inflación no baja, habrá un atraso cambiario y se necesitará una nueva devaluación. El Banco Central acumula reservas, pero la situación puede cambiar cuando se abran las importaciones. #Economía #Inflación #TipoDeCambio