Los hermanos Salas Martínez, sin querer, rompieron el mito de que la tercera generación es la que funda las empresas familiares. En caso de cafe martinez Fue todo lo contrario: Marcelo, Mauro y Claudia transformaron el negocio fundado por su abuelo hace casi 90 años en una cadena de 201 tiendas (entre propias y franquicias) que operan en Argentina, pero también en Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Cuál fué la clave? «Profesionalidad, trabajo en equipo, pero fundamentalmente un interés genuino en ayudar a otros a alcanzar el éxito»dice Marcelo Salas Martínez, socio director de la red.
La historia de Café Martínez es la historia de amor prohibido entre Atiliano Martínez y su prima Justa. Empezó en secreto en Pola de Lena, la localidad asturiana de donde eran, y acabó en Argentina, donde decidieron establecerse para formar una familia y escapar de la Guerra Civil española que ya se avecinaba y en la que Atiliano estaba decidido a no hacerlo. participar; unos años antes ya había pasado su cuerpo y casi su vida luchando en África contra los moros.
En suelo argentino, Atiliano encontró trabajo en Casa Torres, una de las principales tostadoras de café de la ciudad, y allí descubrió su segundo gran amor: el café.. Habiendo aprendido el oficio y entendido las claves del negocio, decidió independizarse. para frenar 1933 con el nombre El invitado.
Comenzó en un pequeño local alquilado en la calle México hasta que en la década de 1960 logré comprar la propiedad en Talcahuano, a 948 metros de la calle Marcelo T. de Alvear, lugar que aún hoy funciona y donde Próximamente, con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, también estará en funcionamiento un museo que recorrerá la historia de Buenos Aires a través de la historia de la empresa y el café.
Desde 1995 los hermanos Salas Martínez han abierto sucursales de Café Martínez y posteriormente franquicias
Él el negocio del matrimonio Martínez fue importar café, tostarlo y distribuirlo; Justo entre la gente que pasa por la puerta del establecimiento y su marido por el canal mayorista. “La marca era El Convidado, pero la realidad es que los clientes lo identificaban más por su apellido, así que terminó adoptando el nombre Casa Martínez.; Luego, cuando nos incorporamos a la empresa, directamente le pusimos el nombre de Café Martínez”, dijo Salas Martínez iProfesional.
Atiliano murió en 1975 y la empresa quedó en manos de su viuda (fallecida en 2005), Olga, la hija del matrimonio, y Paulino Rodríguez, socio que tuvieron hasta los años 80, cuando se compró su participación y la familia fundadora siguió siendo la única propietaria. Durante 60 años el negocio fue próspero, pero mantuvo la estructura tal como la había planteado Atiliano hasta que, después A partir de 1995, Marcelo, Mauro y Claudia, tres de los seis hijos de Olga Martínez de Salas, comenzaron a trabajar en la empresa. Revolucionaron el negocio familiar y la industria.
“Mauro entró en los años 80 y una de las cosas más importantes que hizo fue gestionar la compra de la parte del socio y poner en orden los asuntos administrativos del negocio. Luego entré yo en 1985 y un poco después Claudia. Empezamos a pensar en cómo hacer el negocio crezca», dice Salas Martínez.
El primer resultado de este encuentro entre los hermanos fue el desarrollo de concepto de café gourmethoy llamado Café Especial. Como en 1933, los hermanos Salas Martínez importan café, lo tuestan y lo distribuyen, pero a diferencia de sus abuelos, ahora lo hacen en sus propias cafeterías con su propia marca. “Lo que hicimos fue que el café dejó de ser el punto final de los eventos para convertirse en el punto de partida, logramos que el cafe sea el protagonista«, explica el empresario.
Desde 1995 y poco a poco los hermanos Salas Martínez estaban abriendo sucursalespero cuando llegaron al quinto en el 2000 se dieron cuenta de que no podían hacerlo solos; si querían seguir expandiéndose tendrían que franquiciar y lo hicieron.
“La realidad es que sabíamos que la marca daba más, pero no teníamos el capital para seguir invirtiendo ni el tiempo para más sucursales. La franquicia es una forma de seguir creciendopero aprovechando el capital y el tiempo de terceros con todo nuestro saber hacer y respaldo”, dice el empresario, quien llegó a ser presidente de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF) entre 2014 y 2017.
Hoy, Café Martínez es una cadena de 201 tiendas que opera en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Multiplicado a su máxima potencia
Café Martínez, dice Salas Martínez, fue más que un negocio para su abuelo y su hermano Ángel, quienes llegaron a la Argentina unos años después. Café Martínez fue el punto de encuentro de la comunidad asturiana. Allí, en Casa Martínez, Atiliano recibió a sus compatriotas (incluso con techo y comida) y los ayudó a montar su propio negocio.
“Por eso siempre decimos que ayudar y acompañar es parte del adn de la compañia. Ayudamos a nuestros franquiciados, e incluso a nuestros compañeros, a montar un negocio comercial y les transmitimos todo nuestro conocimiento sobre la calidad y el tostado del café para que tengan éxito con sus propias pymes”, afirma el emprendedor.
Ahora Café Martínez cuenta con 189 tiendas en todo el país, de las cuales solo 15 son propias. También cuentan con 12 tiendas más en el exterior: 3 en Uruguay, 9 en Paraguay y 2 en Bolivia.
“Aunque tenemos franquicias individuales en Estados Unidos, España, Pakistán y Arabia Saudita, funcionaron mal porque ambas partes cometieron errores y decidimos desmantelarlas para enfocarnos en la región. Para que un franquiciado individual instale una marca en un país, entonces decidimos hacer el esfuerzo nosotros mismos», dice.
La profesionalización y el trabajo en equipo fueron para Salas Martínez dos aspectos fundamentales para el crecimiento de la empresapero específicamente señala que la clave era ayudar a otros a lograr el éxito también y dice esto no solo para la red de franquiciados sino también para el 400 empleados que usa directamente hoy.
Café Martínez ya abrió tiendas Smart Service donde los clientes hacen sus pedidos en las terminales o en sus celulares
Prueba de ello es el vuelo logrado por Leandro Canabe, quien se incorporó a Café Martínez en 2008 como gerente de desarrollo para llegar en 2011 gerente general y durante tres años, convertirse en el único miembro no familiar de la empresa. Para este año, avanza el empresario, pretenden montar (y desarrollar) la empresa entre 25 y 30 personas más.
El futuro de Café Martínez ha llegado
Aficionados a las tendencias, los hermanos Salas Martínez buscan siempre estar un paso por delante en innovación. Innovaron con el café, con la experiencia de consumo y desde 2019 también con la experiencia de compra incorporando la servicio inteligente local en el que, sin hacer colas ni esperas, el cliente realiza el pedido en los terminales de autogestión o vía celular y luego, a través de un sistema de geolocalizaciónrecibir el pedido en la mesa que eligieron.
Además, estas instalaciones, que por ahora hay uno en el Hospital Italiano y otro en el Aeroparque Jorge Newbery, Disponen de vallas publicitarias digitales y frigoríficos con pantallas transparentes donde se puede ver el producto y la información de cada uno, y una impresora “selfie latte” para imprimir fotos en la cafetería.
“Ahora estamos llevando la tecnología inteligente a todas las tiendas para que el cliente compre como quiera, ya sea Take Away, servicio de mesa o vía celular; Estamos muy enfocados en el desarrollo de la omnicanalidad”, dice la emprendedora.
Café Martínez, señala el empresario, pasó por las dos grandes olas del café y ahora, mientras pasa por la tercera, se prepara para la cuarta: la primera, explica, tuvo que ver con la industrialización del café y fue la ese abuelo se unió; la segunda tuvo que ver con la premiumización del café y la preocupación de los cafeteros con el origen y tipo de grano, así como con el tipo y calidad del tueste y con la experiencia del consumidor en la tienda.
El negocio del matrimonio Martínez era importar café, tostarlo y distribuirlo
“En Argentina fuimos los gestores de este cambio; en los Estados Unidos, Starbucks“, dice con orgullo Salas Martínez. La tercera ola, prosigue, es la actual y tiene que ver con una nueva premiumización, pero con el foco puesto en la sostenibilidad del negocio.
Sin embargo, Café Martínez se prepara para lo que será la cuarta ola que tiene que ver con la profundización de la sostenibilidad y, citando al ex director general de Unilever, Paul Polman, Salas Martínez explica que ya no bastan las acciones para evitar el daño al planeta, sino que ahora lo importante es ver cómo regenerarlo.
“Y sin duda la cuarta ola, que seguramente veremos en una década, vendrá de lo que hacen en Asia, fundamentalmente en China o India, dos países que impulsan lo que está por venir, que es tendencia. En ese sentido, Café Martínez está mirando qué están haciendo estas regiones y estamos viendo cómo entrar en esta cuarta ola. Contamos con una persona especialmente dedicada a trabajar con el propósito y la sustentabilidad de la empresa”, dice.
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Fuente: iprofesional.com