“Están encima del Titanic y tienen el iceberg por delante. Si no pegan un timón, lo van a poner”. Con esta metáfora, un destacado dirigente del peronismo cordobés advierte sobre la situación del Frente de Todos (FdT) al frente de la administración nacional. centro del país, la preocupación crece, a pesar de tener anticuerpos que, a puerta cerrada, aún logran contener la situación provincial.
Para Cordobes, como para gran parte del Gobierno y para el Círculo Rojo, el motivo de la crisis es político y el Ejecutivo debe solucionar sus problemas para empezar a vislumbrar una salida. “La sensación es que no hay gobierno. Mientras no acepten que están en problemas y accedan a solucionarlos, cada día generarán más desconfianza. No quieren aceptar el fracaso de la gestión y eso solo empeora las cosas”, señalan en Córdoba.
En sus últimas apariciones públicas, el gobernador Juan Schiaretti reconoció estar preocupado por la situación económica, social y política del país. No quiere involucrarse en la FdT interna, pero sabe que este conflicto no resuelto solo traerá más dolores de cabeza a la sociedad. Consciente de esta situación, proclama a diario la necesidad de un grupo armado “por encima de la grieta” que nos permita marcar el rumbo.
En el quiaretismo hablan directamente de «gobierno de dos caras», aunque tampoco se dejan seducir por Juntos por el Cambio que, en palabras del gobernador, «también viven peleando entre ellos». La propuesta de salida, entonces, vuelve al reclamo de una actitud dialogante que “debe ser clara”.
Un tuit del bloque que responde al gobernador en Diputados expuso esa postura al cuestionar las críticas del presidente Alberto Fernández al sector agroexportador este viernes. En el Congreso, los cordobeses entienden que, más allá de las idas y venidas del oficialismo, la oposición debe tener la decisión de sacar adelante «las leyes que sean necesarias». “Lo que logramos con el Voto Único debe servir de ejemplo, tenemos que cuidar que haya una nueva mayoría que pueda discutir temas que antes no podía. No somos comentaristas de la realidad, estamos para solucionar los problemas de la gente”, lanzó un miembro del caucus.
Mientras tanto, el mayor temor se debe a la situación social que, según entienden, «se ha vuelto impredecible». Poniendo el foco en la posición asumida por Juan Grabois, el quiaretismo teme que “un mínimo movimiento” termine por “explotarlo todo”. “Si este fuera el año 2001, ya estaríamos en presencia de saqueos, pero no es 2001 porque aprendimos y hoy tenemos una serie de redes de contención que desde la sociedad civil ayudan a que la situación no se nos vaya de las manos. » Allí se enumeran los movimientos sociales y el trabajo territorial de las organizaciones religiosas, las ONG y la asistencia que realiza el Estado. “La provincia alimenta al 15% o 20% de los pibes cordobeses a través de Paicor, imagínense cómo sería esto si no pasara eso”, advierten en referencia al Programa de Atención Integral Córdoba.
En la calle, movimientos sociales cercanos al gobierno provincial comparten la preocupación de Panal ante la posibilidad de un rebrote. “La situación es crítica. Por más que parezca que las arcas públicas de los estados provinciales permiten que no haya un impacto muy evidente en la gestión, los precios suben a velocidades altísimas y eso golpea a los más humildes”, advierte un activista popular con llegada a la órbita provincial.
Siguiendo la visión de Emilio Pérsico, quien esta semana se desmarcó de la postura de Grabois, en el Movimiento Evita cordobés enfatizan el riesgo institucional. “La gobernabilidad está en riesgo. Eso no implica que dejemos de decir lo que hay que decir, pero hay que cuidar un poco las formas”, advierte a Letra P un dirigente de una de las organizaciones sociales más cercanas a la gestión de Schiaretti. “Peor la situación, además, le da a todo el arco opositor marcadamente antiperonista la posibilidad de decir más cosas y traspasar algunos límites que generan un retroceso muy grande”, apuntan, sopesando quién gana y quién pierde con la profundización de la crisis. . En este empoderamiento de la oposición pierden tanto el gobierno nacional como el provincial. El dato, arma de doble filo, también se analiza en las raquetas de Hace por Córdoba.
la isla de cordoba
Mientras el gobierno nacional no sabe de qué lado tirar y adormece medidas y anuncios, Schiaretti mantiene una intensa actividad diaria marcada por el corte de cintas, el anuncio de obras, la entrega de créditos y el lanzamiento de programas de promoción.
“En Córdoba la situación está bastante sostenida porque hay una batería de políticas que superan a las que vienen de la Casa Rosada” y que se han ido “fortaleciendo tras 24 años en el poder”, señalan en la militancia territorial.
La explicación simple y llana es que “hay más dinero”. «Córdoba es una provincia rica, que lleva sus cuentas en orden, es previsible y tiene una recaudación que se ha mantenido en el tiempo», explican en schiarettismo y vuelven a lanzar dardos contra lo que entienden como una «sobreactuación progresiva» por parte de El kirchnerismo cuando, por ejemplo, la Casa Rosada afirma que el campo “no liquida” las divisas producto de las exportaciones. “No hay nada más progresista que cumplir el compromiso que se hizo con cada uno de los pueblos y ciudades de la provincia. El gobernador está haciendo eso”, disparan.
Fuente; Letra P, Nota de César PUCHETA
Fuente: diariocordoba.com.ar