Los distritos que antes no estaban entre los más eficientes ahora parecen estar mejor ubicados. Otros caen. Por qué la tercera dosis es la clave para afrontar lo que está por venir.
Pablo Sigal
La carrera por la aplicación de terceras dosis y refuerzos en Argentina comenzó a principios de noviembre. Después de 50 días, se pueden sacar las primeras conclusiones. El país avanza lentamente, con una aplicación promedio de 81.376 dosis diarias, pero hay provincias que se destacan por encima de las demás.
Estas poco más de 80 mil vacunas cada 24 horas corresponden únicamente a vacunas de refuerzo o dosis adicionales. A esto hay que sumar la primera y segunda dosis que aún se administran al resto de la población mayor de 3 años. El promedio diario total de inoculaciones en la primera quincena de noviembre fue de 239.877.
¿Por qué son importantes las terceras dosis? Por un lado, se ha demostrado que los anticuerpos neutralizantes de Covid que proporcionan las vacunas se deterioran fuertemente después de seis meses; Por otro lado, las pruebas con la variante Omicron ya se han dado cuenta de que esta dosis adicional es fundamental para afrontarla.
El poder de la vacuna se reduce drásticamente con dos dosis para combatir infecciones y síntomas (enfermedad no grave) y rebota considerablemente con la aplicación de refuerzo. Sin embargo, la eficacia de este refuerzo solo duraría tres meses, por lo que habría que volver a aplicar otro refuerzo, en una espiral insostenible de inmunización activa.
Pero la sostenibilidad del plan de salud no parece ser el objetivo hoy en día en un contexto en el que Ómicron hace imprescindible el tercer pinchazo para neutralizar su gran transmisibilidad: 3,5 veces más que Delta.
Al mirar el mapa de Argentina, se pueden notar las grandes diferencias entre provincias en la aplicación de las terceras dosis y algunas sorpresas. El rango inmunológico es brutal, con algunas provincias que ya superan el 40% de su población con tres dosis, mientras que otras todavía no superan el 5%.
Mientras que hasta la vacunación con la primera y segunda dosis, las tres provincias más eficientes fueron La Pampa, Ciudad de Buenos Aires y San Luis, ahora ese escenario ha cambiado. El distrito que más ha avanzado es Formosa, que ya cubre (según datos del Monitor Público de Inmunizaciones) al 42,53 por ciento de su población.
Formosa es una excepción, ya que el promedio nacional de terceras dosis aplicadas es del 8,48%. Detrás Formosa, La Pampa Es la provincia que más refuerzos inoculó, con el 19,58 por ciento de su población. ellos te siguen la ciudad de buenos aires, donde el 14,94 por ciento de los porteños recibió una dosis adicional o refuerzo. Es decir, uno de cada seis vecinos.
la provincia de Buen aire Está por debajo del promedio nacional, con una cobertura del 7,93% hasta el momento, lo que significa que uno de cada 13 porteños ha recibido un tercer pinchazo. Lo mismo pasa con Córdoba, donde hasta ahora se ha registrado el brote más agresivo de Omicron: el 8,28 por ciento de la población tiene tres dosis.
Entre las posiciones más desfavorables se encuentran Salto, con 4,61%; Chubut, con 4,70; Y Cadenas, con 5,03. Tucumán y Mendoza Se ubican en el sector más desprotegido de la población argentina, con un 5,46 y un 5,74 por ciento, respectivamente. misiones, que históricamente tuvo bajo desempeño, ya está por encima del promedio del país y ocupa el séptimo lugar con 9.24%.
La posibilidad de apurar las terceras dosis no está relacionada con la disponibilidad, sino con la logística y la decisión política. Formosa, que se disparó en las estadísticas de refuerzo, muestra una campaña de vacunación intensiva. Están inmunizando a todas las personas mayores de 18 años que recibieron la segunda dosis al menos 28 días antes.
el peso del estado formoseño En este caso, muestra un rostro más amable que la dura cuarentena, cuando hubo protestas por el cierre de fronteras durante meses e incluso denuncias de Amnistía Internacional por presuntas violaciones de derechos humanos por el confinamiento de pacientes de Covid en centros de aislamiento.
Se aprecia que lo que amenaza la urgencia de la vacunación es la indisponibilidad ya que, por ejemplo, en Buenos Aires hay 7 millones de dosis en stock. Representa el 24,7 por ciento de las vacunas recibidas. A nivel nacional, hay más de 22,7 millones de vacunas en stock (entre las distribuidas y las no distribuidas en las provincias): el 23,9 por ciento del total recibido.
El gobierno federal decidió que la tercera dosis debería aplicarse cinco meses después de la segunda, pero Ómicron no espera. La variante que surgió en Botswana ya se ha registrado en varias provincias, con una multiplicación exponencial sin precedentes.
La velocidad de Ómicron es diferente a todo lo conocido hasta ahora: la OMS lo declaró una variante de la preocupación el 29 de noviembre -hace apenas tres semanas- y ya ha dado la vuelta al mundo: está presente en más de 80 países.
Hasta el momento, aunque Argentina ha logrado avanzar para paliar el déficit de segundas dosis que se viene arrastrando desde marzo, el porcentaje de población que tiene el esquema completo representa solo el 69%. Hay una brecha de casi seis millones de personas entre quienes tienen una y dos dosis aplicadas.
Ahora Covid vuelve para agregar algunas zanahorias más. Si para Delta era fundamental tener dos dosis, para Omicron los científicos advierten que se necesitan tres. En esta carrera, nuestro país aún se queda atrás de Brasil, Chile y Uruguay. También por debajo de la media de Europa y Estados Unidos.
PS