Hay delitos que son difíciles de resolver porque no aparece ningún sospechoso en el horizonte. Y hay delitos que son difíciles de investigar precisamente al contrario: la víctima había tantos enemigos, tantos frentes abiertos, que es difícil de centrar en una sola línea de investigación.
El asesinato de Diego Xavier Guastini (45), ocurrido el lunes 28 de octubre de 2019, es definitivamente parte de la segunda opción. Solo ahora, casi dos años después de su asesinato, ha cristalizado una pista de que podría eliminar el caso de impasse e impunidad.
Este jueves fue detenido en su domicilio de la ciudad de Bernal un hombre de 44 años, identificado como Marcelo Fabián Padovani, quien también estaba siendo perseguido por un caso de venta de drogas y lavado de dinero en Ingeniero Budge.
Diego «Dolarín» Guastini.
En cuanto al «caso Guastini», Padovani había estado en la mira del equipo conjunto formado por los fiscales de Quilmes Karina Gallo y Clarissa Antonini durante meses, el fiscal federal de Lomas de Zamora, Sergio Mola, y el titular del Ministerio Público. Despacho, Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias.
Padovani es apuntado no como el asesino que se acercó al Audi del narco financiero y le disparó con tres tiros, sino como un miembro del grupo de cuatro hombres que Guastini emboscado luego de salir de su casa, en Quilmes, rumbo a la cueva que corrió en el centro de Buenos Aires.
El negocio de Guastini se concentró casi exclusivamente en el inframundo y contaban con protección de cierto sector de los servicios de inteligencia y al menos de una parte de la Policía de Buenos Aires.
Diego Guastini, detectado por una cámara de seguridad en el aeropuerto de Ezeiza.
Hasta su muerte violenta, había aportado datos que permitieron la detención de dos narcotraficantes: los Loza (actualmente en juicio oral) y los Atachahuas.
Para ello, creó empresas de lavado e implementó un sistema de mulas que viajaban de Europa a Argentina con el dinero obtenido de la exportación de cocaína, principalmente a España.
El crimen
Testigos y análisis detallado de cámaras de seguridad realizado por la Oficina de Homicidios de la Policía Federal revelaron que Guastini fue asesinado por un pistolero que actuaba apoyado en una motocicleta Honda CB190 negra, pickup Toyota Hilux blanca con placas alteradas (habían sido sustraídas en Moreno a un abogado un mes y medio antes) y un Ford Fiesta Kinetic bordado.
La motocicleta era en la que viajaba el asesino como acompañante, la camioneta se utilizó para colocarla frente al auto de Guastini -que circulaba por la Rua General Paz- y obligarlo a detener la marcha.
Finalmente, el Ford Fiesta cumplió su misión de avisar de la llegada de Guastini: avanzó y frenó al llegar a la curva elegida para la emboscada. Y lo más importante, el crimen ya se ha cometido, Se sentó en el asiento del pasajero del asesino y lo llevó al centro de Buenos Aires..
El Audi A4 en el que se movilizó el financiero Diego Xavier Guastini (45), asesinado a metros del Municipio de Quilmes.
Es en esta secuencia que Padovani, el detenido el jueves, juega un papel importante para los investigadores.
Para empezar, el Ford Fiesta tenía las patentes originales, por lo que se determinó que era propiedad de su esposa, quien no tiene licencia de conducir. Además, el mismo día del asesinato, Padovani cambió el chip de su teléfono celular y las antenas lo colocaron en puntos clave de la secuencia del crimen.
Un dato que terminó incriminándolo es la recolección y análisis de cámaras de seguridad que hizo el Federal. Para empezar, luego del crimen de Guastini, Fiesta sigue a la motocicleta por su ruta de escape hasta el cruce de las calles Primera Junta y Mozart en Quilmes.
Hay un salto en el tiempo de la cámara, pero el Ford reaparece poco después de dar vueltas en la dirección opuesta, hacia la Capital Federal. El auto (identificado por la patente, pero también por un tipo especial de parasol) toma la Avenida 9 de Julio y llega a la zona del Obelisco.
A las 10:00 am – dos horas después del asesinato – en la esquina de la calle Carlos Pellegrini y Sarmiento, un hombre que encaja perfectamente con la descripción del asesino sale al lado del pasajero: Aproximadamente 6 pies de altura, cabello negro corto, chaqueta y pantalones negros.
Erwin Loza, procesado por blanqueo de millones de euros del narcotráfico. Cayó después de que Guastini informara a la policía.
Lo que creen los investigadores es que Padovani fue el «hombre de apoyo» durante el crimen y que luego de cometerlo siguió la motocicleta en la que se encontraba el asesino, se unió a ella en un lugar que no podía ser captado por las cámaras y finalmente, llevó al asesino a el Microcentro, territorio de Guastini y sus enemigos.
Por eso será investigado por «homicidio agravado por la participación premeditada de dos o más personas, por promesa de precio o remuneración y por el uso de arma de fuego«, un delito que tiene cadena perpetua.
Una portada llamada Guastini
En los meses previos a su muerte, Diego Xavier Guastini había proporcionado inteligencia contra policías de Buenos Aires y al menos dos grandes clanes de narcotraficantes a quienes sirvió blanqueando su dinero y proporcionándoles un sistema de mulas que traían dinero desde Europa.
Los objetivos sabían de su traición, pero lo que parece más importante es que Guastini planeaba seguir entregando a la gente a la justicia y no mantuvo en secreto sus planes.
El policía Adrián Baeta -también conocido con el sobrenombre de «Palermo» -.
“Diego trataba de presentarse para dar testimonio en el caso Leones Blancos, desde el cual brindó información a la policía para desarrollar el trámite y sustraer bienes. Entonces, hace unos días llamó a la policía y a los abogados para anticipar sus intenciones y buscar protección. Debido a esta situación se ordenó su ejecución ”, declaró un testigo con identidad privada.
Así lo manifestó el testigo ante el fiscal federal de San Isidro Fernando Domínguez, quien investiga a una red de policías con amparo judicial que, entre otras cosas, presuntamente robaron media tonelada de cocaína en un operativo realizado a fines de 2013 en Moreno, conocido como Leones Blancos.
No menos detalle: Adrián Baeta (50), alias Palermo, el policía bonaerense detenido por irregularidades detectadas en Leones Blancos, era el contacto de Guastini con Buenos Aires. Es más: Baeta fue el primer policía en llegar al lugar donde fue asesinado Guastini y se encontraron fotos de su cuerpo e incluso su lápida en su teléfono celular.
EMJ