Las empresas suelen utilizar los depósitos de vacaciones como una parte vital de la financiación de sus negocios. El bote salvavidas de la industria de viajes Atol se creó en 1971 para intervenir si una empresa fallaba y se perdía el dinero.
Proteger el efectivo de los clientes, una práctica común en otras industrias como la banca y los juegos de azar, significaría que las empresas no podrían usar el dinero entregado al hacer la reserva.
Las empresas que actualmente vuelven a solicitar sus renovaciones anuales deberán establecer cuentas segregadas, dijeron las fuentes. Las empresas estarán restringidas a una serie de reservas en función de la cantidad de efectivo que acuerden mantener en fideicomiso.
Martin Alcock, director de Travel Trade Consultancy, dijo que si bien la segregación de los depósitos de los clientes tenía muchos aspectos positivos, “no era una panacea”. “Pueden ser dolorosos de instalar y atan mucho dinero en efectivo … Muchas empresas de viajes no podrán pagarlos”, dijo.
Los planes también apuntan a abordar los temores de que el esquema Atol respaldado por los contribuyentes sea insuficiente …
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Fuente: www.telegraph.co.uk
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2020-09-19 19:00:00