Los científicos dicen que han dado un paso importante hacia el almacenamiento de información en forma de moléculas de ADN, que son más compactas y duraderas que otros medios de almacenamiento.
Los discos duros magnéticos que utilizamos actualmente para almacenar datos informáticos pueden ocupar mucho espacio y deben reemplazarse con el tiempo.
El uso del medio de almacenamiento preferido para organismos vivos como respaldo de nuestros valiosos datos nos permitiría archivar inmensas cantidades de información en pequeñas moléculas. Estos datos durarían miles de años, según los científicos.
Un equipo en Atlanta, Estados Unidos, acaba de desarrollar un chip que, dicen, podría multiplicar por cien la calidad de las formas existentes de almacenamiento de ADN.
«El número de funciones de nuestro nuevo chip ya está [cerca de] cien veces más grande que los dispositivos comerciales actuales, «según lo informado por el investigador del programa Nicholas Guise del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de Georgia (GTRI) de BBC News. Esperamos mejorar en unas cien veces la tecnología de almacenamiento de datos de ADN existente».
La tecnología funciona mediante el crecimiento de hebras de ADN únicas, un bloque a la vez. Estos bloques de construcción se conocen como bases, cuatro unidades químicas distintas que forman la molécula de ADN. Ellos son: adenina, citosina, guanina y timina.
Las bases se pueden utilizar para codificar información, de forma análoga a las secuencias de 1 y 0 (código binario) que almacenan datos en la informática tradicional.
Hay varias formas posibles de almacenar esta información en el ADN. El código binario cero, por ejemplo, puede estar representado por bases de adenina o citosina, y uno puede estar representado por guanina o timina. O uno y cero se pueden mapear con solo dos de las cuatro bases.
Los científicos dicen que, formateadas en ADN, todas las películas jamás producidas podrían ocupar un volumen menor que un cubo de hielo.
Con toda esta confiabilidad y compresión, no sorprende el interés generalizado que ha suscitado el ADN por convertirse en el próximo medio de archivo de datos que deben conservarse indefinidamente.
Las estructuras del chip que se usa para hacer crecer el ADN se llaman microcavidades y tienen solo unos pocos cientos de nanómetros de profundidad, menos que el grosor de una hoja de papel.
El actual prototipo de microchip es un cuadrado de unos 2,5 cm de largo que tiene numerosas microcavidades, lo que permite sintetizar varias hebras de ADN en paralelo. Esto permitirá el cultivo de mayores cantidades de ADN en un período de tiempo más corto.
Como se trata de un prototipo, no todas las microcavidades están conectadas. Esto significa que la cantidad total de datos que se pueden almacenar en el ADN con ese chip en particular es actualmente menor que la que pueden producir las principales empresas de síntesis de chips comerciales.
Pero Guise explica que esta situación cambiará cuando todo esté terminado. El récord actual de almacenamiento de datos digitales en ADN es de alrededor de 200 MB, y cada síntesis aislada tarda alrededor de 24 horas en completarse. La nueva tecnología podría escribir cien veces más datos de ADN en la misma cantidad de tiempo.
El alto costo actual del almacenamiento de ADN ha restringido la tecnología a clientes muy específicos, como aquellos que buscan archivar información en cápsulas del tiempo. Pero el equipo de GTRI cree que su trabajo puede ayudar a diluir ese costo.
El instituto se ha asociado con dos empresas de biotecnología de California en los Estados Unidos para desarrollar una demostración comercialmente viable de esta tecnología: Twist Bioscience y Roswell Biotechnologies.
Inicialmente, el almacenamiento de datos en DNA no reemplazará a las torres de servidores existentes para brindar un acceso rápido y frecuente a la información. Debido al tiempo requerido para leer las cadenas, esta técnica sería más útil para la información que debe mantenerse disponible durante largos períodos de tiempo pero a la que solo se accede ocasionalmente.
Actualmente, este tipo de datos se almacenan en cintas magnéticas que deben ser reemplazados cada diez años aproximadamente. Pero con el ADN «siempre que se mantenga a una temperatura lo suficientemente baja, los datos van a sobrevivir durante miles de años, por lo que su coste de propiedad se reduce a casi cero», explica Guise.
«Se gasta mucho dinero para escribir el ADN al principio y leer el ADN en el otro extremo. Si podemos hacer que el costo de esta tecnología sea competitivo con el costo de registrar los datos magnéticamente, el costo de almacenar y mantener el la información en el ADN a lo largo de tantos años debería ser menor «, dice.
El almacenamiento de ADN tiene una tasa de error más alta que el almacenamiento en disco duro convencional. En colaboración con la Universidad de Washington, en los Estados Unidos, los investigadores de GTRI crearon una forma de identificar y corregir estos errores.
El trabajo cuenta con el apoyo de la organización del gobierno estadounidense Intelligence Advanced Research Projects Activity (IARPA), que fomenta la ciencia destinada a resolver desafíos relevantes para la comunidad de inteligencia estadounidense.
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Fuente: uol.com.br