Parecen datos contradictorios, pero en realidad explican un fenómeno profundo. 2021 fue un año de relativa recuperación económica, tras el fuerte impacto de las restricciones impuestas por el inicio de la pandemia. Sin embargo, los mendocinos viven peor, tienen menos poder adquisitivo y peor calidad de vida. Incluso bajó el paro, pero no el número de mendocinos que «tienen problemas de trabajo«.
La clave está en la calidad del empleo, los ingresos y los problemas para acceder a las condiciones mínimas para desarrollarse. Pero sobre todo en la inflación, que impacta a las personas más vulnerables. Por eso no sorprenden los datos que dio a conocer hoy el INDEC…
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Fuente: Mdzol.com