En 2017 se aprobó la ordenanza municipal que prohíbe la venta y uso de pirotecnia en Comodoro Rivadavia. En 2018 se promulgó la norma y esta ciudad dejó de ser la única de la provincia que no prohibía ese tipo de productos. Su entrada en vigencia fue celebrada por las agrupaciones de Padres TEA (Trastorno del Espectro Autista) Comodoro y por las organizaciones mascoteras.
Sin embargo, desde entonces se presentan dos problemas: uno es el constante lobby para habilitar la venta de pirotecnia sin estruendo, que se repite cada año; y el otro es el uso indiscriminado en los barrios.
El Patagónico ha denunciado, desde octubre, que se vende pirotecnia a través de las redes sociales (con entrega a domicilio) y ha publicado que es común el uso de estos productos en los barrios.
A todo ello, hay que sumarle que en partidos de fútbol y en las movilizaciones de grandes gremios es casi una cotidianidad que se tiren bombas de estruendo. Y Nadal no fue algo aislado.
“Están tirando petardos como si estuviera permitido”, decían anoche los habitantes del San Cayetano frente a las diversas luces y estruendos que se veían por la zona.
“Es una locura. Aquí no hubo controles”, se sentía por Pueyrredón. ¿Pero de dónde sale toda esta pirotecnia? Aquí se hizo la vista gorda”, cuestionaban en Kilómetro 3.
Los vídeos en las redes sociales se multiplicaron repudiando la carencia de control y la falta de empatía de un sector de la ciudadanía.
El uso de pirotecnia se extendió hasta las 12.30 sin cesar en algunos sectores de la ciudad. También fue común escuchar estruendos en la madrugada. Lo cierto es que una vez más no se respetó la ordenanza. Y los familiares de personas con TEA se preguntan hasta cuándo seguirá ese calvario.
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Fuente: elpatagonico.com