En los últimos días mucho se ha hablado sobre la posibilidad de que el gobierno reintroduzca un dólar de soja con precio actualizado (recordemos que el último era de $200 por dólar) para incentivar la venta de granos y así reforzar las reservas del Banco Central (BCRA). ). Fuentes cercanas al Ministerio de Economía indicaron a iProfessional que, de momento, «no está previsto hacerlo». Sin embargo, reconocieron que «hay una fuerte intención desde el campo de reeditarlo» y adelantaron que no sería extraño que, en breve, se recibiera una solicitud formal de ese sector.
El tema es que el mercado ve que, tras el fin del dólar sojero, al Central le está costando contener la pérdida de dólares y eso genera cierta preocupación. Por eso consideran que es muy posible que el Gobierno aplique nuevos tipos de cambio diferenciados en los próximos meses y, para el campo, es una posibilidad única de sacar mayor rentabilidad a su producción. Por lo tanto, están buscando que sea reeditado. Incluso, algunos medios ya especulan con que estaría todo pactado para que así sea. Sin embargo, todo indicaría que, si el sector quiere que sea una realidad, tendrá que sentarse a la mesa de negociación y sacar sus mejores armas para pactar con el Ministro de Economía. Pero, ¿por qué el gobierno duda en dar este paso?
Dólar sojero: un programa caro para el BCRA
El problema es ese, Según indicó una fuente cercana al equipo económico hace unas semanas, el dólar de la soja “está muy caro, y eso hace que no sea factible reemitirlo”. recordemos que el mecanismo preveía que, por cada dólar exportado, el operador recibiría unos $200, independientemente del valor del tipo de cambio oficial, que en ese momento rondaba los $145, pero neto de retenciones del 33%. Esto, en efecto, implicó un tipo de cambio de $137 por dólar, lo que implicó una mejora del 43% en pesos con respecto al tipo de cambio efectivo de $93,8 que recibiría antes de la implementación de este programa.
Así, el pago adicional de la diferencia entre los $200 reconocidos al productor y los $145 del valor oficial, con un volumen de compra de más de US$5.000 millones, representó un gasto extra para el BCRA de más de $300.000 millones, que fueron compensados con una letra en pesos. En todo caso, según los analistas, se trató de una “emisión” de pesos.
Lo concreto es que el Gobierno está empeñado en no devaluar y, por ello, el mercado espera que siga implementando tipos de cambio diferentes por incentivar las exportaciones y atraer dólares para las arcas del BCRA. Sin embargo, varios analistas advierten sobre los riesgos que esto conlleva.
Según explicó Ignacio Zorzoli, director de Finanzas del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI), “el Gobierno trata de implementar una serie de tipos de cambio diferenciados porque cree que con esta estrategia podrá mantener Inflación controlada “a partir del atraso del dólar oficial y compensando la falta de rentabilidad de los sectores exportadores«.
El dólar sojero permitió al BCRA recuperar reservas.
Dólares diferenciados: beneficios y problemas de estas iniciativas
En palabras del economista Federico Glustein, «los tipos de cambio diferenciados pueden ayudar a llenar algunos baches eso trae el retraso del tipo de cambio, porque favorece a los exportadores que requieren divisas para poder importar bienes de capital o reinvertir en el desarrollo de sus ventas al exterior”.
Por su parte, el economista Christian Buteler explica que esto no es algo completamente nuevo. “En Argentina las empresas están acostumbradas a recibir un tipo de cambio efectivo, el que reciben después de descontar los impuestos, que es diferente por sector, pero lo que estamos viendo ahora en el mercado es diferente porque se trata de tipos de cambio fijados arbitrariamente por el Gobierno. .sin ningún tipo de previsibilidad».
En consecuencia, en su opinión, no es una buena alternativa reemitir el dólar de sojaporque advierte que “Una cosa es haber implementado un programa especial en un momento específico por un período de tiempo específico con un propósito preciso y otra muy distinta es que sea algo generalizado”.
Critica que nadie sepa cómo está compuesto el precio del dólar, por qué lo modifican y que la definición se deja a disposición del funcionario de turno de manera arbitraria.
Por su parte, Zorzoli señala que estos tipos de cambio generan una serie de graves inconvenientes para la economía. El primero de ellos es el constante cambio en las reglas del juego y la arbitrariedad por parte del Estado, lo que a su vez se traduce en desincentivos a la producción. Y, ante ello, “los distintos agentes económicos no cuentan con un único precio de referencia para realizar operaciones tanto de comercio exterior como de mercado local”, señala.
En resumen, Glustein sostiene que «los tipos de cambio diferenciados pueden ser un Solución de corto plazoque le permiten al sector beneficiado una mejor rentabilidad en estos momentos, pero señala que el problema es que tiene efectos secundarios a largo plazo:
- Paralelamente se generan cambios que están trastocando la economía.
- Generan descalces y conflictos inflacionarios.
- Las grandes inversiones de capital en dólares se retrasan porque no se sabe qué precio se aplica.
El objetivo de los dólares a precios diferenciados es incentivar las exportaciones.
Distorsiones que traen los dólares diferenciados
Asimismo, Glustein advierte que los dólares diferenciados afectan el crecimiento de la productividad porque detalla que, si el productor cotiza al precio local menos 35%, cotiza su costo al precio internacional porque pierde parte de sus ingresos por exportaciones. “No tiene el beneficio de aumentar la productividad para vender en el exterior y mejorar su rentabilidad para compensar los menores ingresos del mercado interno”, detalla.
El economista afirma que esto genera una “cadena viciosa para la economía y no virtuosa” porque afecta la productividad y, en consecuencia, el empleo. Así, Zorzoli indica que todo esto trae fuertes distorsiones a la economía que también se reflejan, finalmente, en la inflación y en el proceso de formación de precios.
Por su parte, Buteler cree que «es muy difícil que una empresa se desarrolle en este entorno y pueda exportar de manera eficiente» y, en su opinión, sería mejor establecer un tipo de cambio oficial y general para el comercio exterior y no varios sectores, que solo generan confusión y distorsión.
Habrá que esperar a ver qué define finalmente el campo y la Economía en los próximos días. Podría llegar un nuevo dólar sojero, pero todo indicaría que no es el mejor camino porque es una solución transitoria y demasiado costosa para resolver el problema de las reservas. La principal apuesta de Massa en este trimestre sería más que nada ir al lado de la captación de fondos de organismos internacionales y seguir adelante con su idea de sacar un REPO, como lo anunció el día que llegó al ministerio, pero por el momento no ha habido avances y por eso el acuerdo con China para el canje fue un buen corto- solución a largo plazo, pero en el equipo sabemos que es solo un paso hacia soluciones más profundas.
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Fuente: iprofesional.com